El consumo de productos lácteos tiene una gran relevancia para muchas de las sociedades de este planeta. La elaboración de estos productos ha representado a lo largo de los siglos, una fuente económica para muchas personas. Además de ser parte fundamental de la identidad culinaria de muchos países. Es por ello que nos hemos dado a la tarea de explicar, las diferencias que muchos de estos tienen entre sí y que nosotros obviamos. 

No solo son una excelente fuente de nutrientes y de beneficios para la salud, su importancia cultural radica en lo relevante que son para muchas culturas. Además de lo importantes que son para muchos platillos tradicionales y festividades. Los productos lácteos son parte de las ceremonias y celebraciones de muchas comunidades. 

Foto: Productos lácteos han digo parte de la economía de muchas civilizaciones.

A lo largo de la historia se ha demostrado que los lácteos, dependen de un contexto regional para existir. Es decir, cada región creó en base a la experimentación sus propios productos y los comercializó. Pero curiosamente muchas civilizaciones llegaron a este conocimiento y la producción del mismo gracias a la observación. De forma accidental muchas sociedades, encontraron que los productos lácteos y la fermentación de los mismos contribuían a desarrollar, alimentos de alta calidad nutricional.  

Los productos lácteos son muy variados entre sí. Cada cierto tiempo se descubre uno nuevo y se populariza. Para que no te quedes atrás, hemos hecho una pequeña lista de los productos lácteos más famosos y describimos de qué están hechos, además de cuáles son sus diferencias principales. 

5 productos lácteos que conoces y sus diferencias entre sí

Yogurt

Foto: El yogurt es un producto con muchos beneficios para nuestro tracto digestivo.

Es un producto realizado mediante la fermentación de la leche. Las bacterias más comunes dentro de su proceso son del género lactobacillus y streptococcus. Estas bacterias son las causantes de la fermentación láctica que da paso a la coagulación de la leche. Aunque se puede obtener de casi cualquier tipo de leche, la de vaca es la más común. 

El proceso de elaboración es muy sencillo, la leche se calienta para eliminar bacterias no deseadas y la desnaturalización de las proteínas, esto contribuye a la formación de una textura firme. Después se inoculan los cultivos lácticos y las bacterias convierten la lactosa en ácido láctico. Posteriormente se fermenta, lo que crea una cuajada suave y cremosa. Por último se enfría y se añaden sabores o endulzantes. 

Existen muchos tipos de yogurt, los más conocidos son el natural y el griego. El segundo a diferencia del primero, es un yogurt que se filtra para eliminar parte del suero, eso le da la consistencia espesa y muy cremosa. El yogurt es reconocido por ser una fuente con alto nivel de calcio y probióticos, que ayudan a la salud digestiva. Es de todos, el más consumido en el mundo, solo por detrás de otros productos lácteos como el queso y la leche. 

El yogurt es un producto muy utilizado en el mundo culinario. Se usa para salsas y aderezos por su gruesa consistencia. También es utilizado en la repostería, por su alto contenido de grasas y humedad. Su acidez y textura, es también una excelente opción para ablandar carne como un buen adobo o marinado. 

Kéfir

Foto: El kéfir, es de origen turco y es una bebida fermentada con gránulos de levadura/ Prensa Libre

Es una bebida fermentada que se genera gracias a la acción de las levaduras y las bacterias lácticas en la leche. Tiene un sabor efervescente y una textura más líquida. Contiene grandes beneficios a la salud, es una excelente fuente de probióticos que benefician la flora intestinal, posee altas cantidades de calcio, proteínas y Vitamina B, pero también es un excelente producto para mejorar la digestión. 

El kéfir es un producto de origen cáucaso (Armenia, Georgia, Rusia, Turquía, etc) con gránulos o nódulos, estos son conocidos como búlgaros y son una masa biótica que combina bacterias, levaduras, lípidos y proteínas. Los granos de kéfir convierten la lactosa de la leche en ácido láctico, esto hace que las personas intolerantes a la lactosa, puedan beber este tipo de lácteo. 

Este producto, se ha convertido en un excelente sustituto de la leche, para todas aquellas personas que no pueden consumir lactosa. Su nombre deriva del turco keif, que significa “agradable sensación”. Su método de elaboración es sencillo, solo requiere que los nódulos de kéfir entren en contacto con la leche a temperatura ambiente, además de la ausencia de oxígeno, un poco de movimiento, también ayuda a crear un ambiente ideal para el desarrollo de la fermentación. 

Kumis

Foto: Productos lácteos como el kumis tienen siglos de existencia/ Pexels

El kumis es una bebida láctea fermentada, que se consume en gran parte de las estepas de Asia Central. La leche es obtenida de la yegua o de la vaca. La leche de yegua contiene más lactosa que la leche de vaca y también posee una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, además de menos proteína y grasas.

El kumis por su fermentación puede poseer una gran cantidad de levaduras. En su preparación participan muchos microorganismos como las bacterias lácticas: Lactobacillus rhamnosus, Candida utilis, Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus acidophilus, entre otros. Parte de la fermentación tradicional del kumis los lactobacilos crecen primero y estos disuelven la lactosa. 

Para promover la fermentación, tradicionalmente se suele batir la leche con una pala denominada biskek. La cual sirve para agitar la leche y pueda fermentar más rápido. Un cultivo de kumis tomará aproximadamente unas 20 horas y unos 8 reabastecimientos de leche fresca para estar listo. Contribuye a un sistema inmunológico más sano y garantiza defensas más fuertes y activas. 

Ayran 

Foto: Bebida láctea de yogurt con menta, sumamente refrescante/ Kenwoodworld

Una bebida carbonatada y láctea muy popular en Turquía. Elaborada a base de yogurt (leche de oveja), agua y sal. Tiene un sabor fresco, que sirve a los pobladores de Asia Central y Oriente Medio, como una bebida sumamente hidratante. Es una bebida espesa, baja en calorías y con grandes beneficios nutrimentales para el cuerpo. 

Se suele utilizar yogurt natural para prepararlo y su elaboración es muy sencilla. Primero se debe mezclar el yogurt con agua en proporciones casi exactas, pero también dependerá del gusto de cada quien. A mayor cantidad de agua, más diluido quedará y mucho más fácil de tomar será. Posteriormente se añade sal y se mezcla junto con unas hojas de menta y hielos. 

El ayran suele consumirse durante la hora de la comida, principalmente en el consumo de platos salados y picantes. Esta bebida ayuda a disolver la capsaicina (componente de los productos picantes), debido a su alto contenido de grasa. También suelen consumirlo con unas gotas de limón, hecho que potencializa los caracteres ácidos de la bebida. 

Lassi

Foto: El lassi es una bebida a base de yogurt que se puede hacer dulce o salada/ Tasted Recipes

Es una bebida tradicional hecha a base de yogurt. Es de la India y se ha popularizado como una bebida muy refrescante. Se toma fría y el lassi tradicional se suele condimentar con sal, comino y cardamomo. Hay otras versiones de lassi que son más dulces, a las que se les añade azúcar o frutas. Es muy parecido al ayran, la diferencia es que la leche suele ser de búfalo.

El lassi es un producto que de acuerdo a cada región de la India, tendrá sus variantes en nombre y sabor. Por ejemplo, el namkin (salado) lassi está hecho con agua de rosas, cardamomo, azafrán y agua. El meeth (dulce) lassi, está hecho con pimienta negra, comino, azúcar y agua. 

El proceso de elaboración es muy sencillo, solo requiere de mezclar el yogurt con agua, además de sal o azúcar. Opcionalmente se puede preparar con otros ingredientes como especias. Suele consumirse como una bebida que acompaña las comidas, aunque también puede tomarse como parte de la cena. Es un producto sumamente saludable y contribuye a la salud digestiva. 

Cómo pudiste darte cuenta, cada uno de estos productos, poseen cualidades y características muy particulares. Cada una de las civilizaciones que los crearon, lo hicieron con un propósito. Ahora podrás encontrar cuáles son las principales diferencias entre cada uno de ellos y sobre todo qué beneficios pueden aportar a la hora de cocinar o consumir. 

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