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¿Qué pasa en tu cuerpo al no desayunar? Ni todo bien, ni todo mal

Por Animal Gourmet

Las opiniones respecto a la primera comida del día están divididas. Por un lado hay quienes mencionan que es la parte más importante, por otro, encontramos a aquellos defensores del ayuno. Te tenemos noticias: ambas aseveraciones son correctas y para que junto con los profesionales de la alimentación tomes la mejor decisión aquí te decimos qué pasa en tu cuerpo cuando decides no desayunar.

Si tu motivación es llegar a un peso saludable, un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard asegura que el hecho de hacer esta primera comida no te ayudará a lograrlo, pero evadirla, tampoco. Esto tiene una explicación, la única forma de que logres ganar o perder peso es por medio del equilibrio entre todas las comidas y calorías del día.

No hay que perder de vista que todas las situaciones son particulares; por ejemplo, si haces ejercicio por la mañana lo más recomendable es sí comer algo previamente, poniendo énfasis en las proteínas. ¿Qué pasa cuando decides no desayunar?

 

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No habrá cambios en tu peso

Según los estudios, no existe un vínculo significativo entre desayunar y perder peso con regularidad. 

Un estudio publicado por el British Medical Journal concluyó que podría haber una “pequeña diferencia en la disminución de peso de los participantes que se saltaron el desayuno”. 

Esto, por supuesto, se debió a una menor cantidad de calorías consumidas durante el día.

Menos calorías

Según un estudio en Estados Unidos de 1970 al 2010 el consumo de calorías diarias aumentó un 23%. 

Dejar el desayuno puede ser una forma de disminuir la ingesta de calorías si no se compensan con alimentos cargados de ellas pero con pocos nutrientes.

Otra manera de consumir menos es intercambiar un alimento por otro, por ejemplo, en lugar de beber refrescos azucarados puedes añadirle una rodaja de fruta natural al agua mineral.

Tal vez consumas menos azúcar

Si en tu desayuno incluyes diariamente un plato de cereal al que le agregas una cucharada de azúcar o bien, llenas un pan de leche condensada o cajeta esto significa que dejar tu desayuno también disminuye tu consumo de calorías y sobre todo de azúcar. 

Muchas de las opciones dulces para desayunar están llenas de calorías vacías, esto quiere decir que además de ser hipercalóricas no aportan nutrientes al organismo. 

Cuando consumes azúcar en exceso hay un efecto secundario que consiste en no tener sensación de saciedad, además de sentir el cuerpo lento y cansado, esto debido a que el metabolismo está sobrecargado de trabajo.

Tendrás menos nutrientes

Además de generar placer, la acción de comer es vital para el organismo ya que con los alimentos le a nuestro organismo brindamos los nutrientes y la energía necesaria. Cuando evitamos comida también excluimos aquellos macro y micronutrientes que ingresan a nuestro sistema.

Para hacerlo de una manera efectiva no hay secretos, la palabra clave es equilibrio. Por ejemplo, si desayunas un trozo de pan integral con huevo y aguacate obtendrás fibra, grasas buenas, proteínas y carbohidratos; además de vitamina C, B, D, magnesio, potasio y hierro. ¡Qué tal!

Si estás en un plan de ayuno supervisado por un profesional asegúrate de obtener esos nutrientes en el resto de tus comidas.

Hambre

Si estás acostumbrado a desayunar y de un día a otro ya no lo haces te aseguramos una cosa: tu cuerpo sufrirá, al menos los primeros días. Tal vez experimentes dolores de cabeza o mal humor.

¡Aguas! Otra de las consecuencias puede ser que al tener demasiada hambre la contrarrestes con atracones, es decir, comiendo en exceso durante sus otras comidas porque tu cuerpo anhela ese combustible adicional.

Lo mejor que puedes hacer es encontrar formas de agregar esas calorías en otros momentos del día y asegurarte de comer los nutrientes adecuados para mantenerte satisfecho. 

Por ejemplo, cuando sea la hora del almuerzo, asegúrate de llenar tu plato con todos los elementos adecuados: proteínas, grasas y fibra. Una manera fácil de hacer esto es seguir las recomendaciones del plato del buen comer llenando la mitad de su plato con frutas y / o verduras, una cuarta parte con un grano integral saludable y la última cuarta parte con una proteína magra.