Los tópicos alrededor del café son tema de conversación entre expertos, sibaritas y entusiastas. Se habla de tipos de grano, de tostado, de origen y miles de preparaciones pero, sin duda, hay una que está llamando la atención.
Cold brew coffee o café preparado en frío es la versión más suave, más dulce y menos conocida de esta milenaria bebida. Hace casi 50 años Todd Simpson, un ingeniero químico de la Universidad de Cornell, inventó un simple dispositivo de plástico llamado “Toddy” para infusionar agua fría con granos de café molido. Fue así como nació el cold brew coffee.
El resultado final es un café más dulce, 75 por ciento menos ácido, menos cafeinado
¿Cuál es la clave del invento? Simple: infusionar los granos de café molido en agua fría durante 12 horas o más, obteniendo así un concentrado de café sin notas amargas pues estás vienen de los aceites que se liberan con altas temperaturas. El resultado final es un café más dulce, 75 por ciento menos ácido, menos cafeinado y, lo más importante, con muchas más notas de sabor que poco a poco van conquistando a cualquier aficionado.
Cada vez es más común ver que los cafés venden botellas con su propia mezcla de cold brew coffee. Estos concentrados duran además más de una semana bajo refrigeración y tienen un gran sabor.
Puedes prepararlo en casa, solo necesitas agua, café molido y un filtro
Aunque todo nació con la cafetera “Toddy”, su preparación no depende de ésta. Puedes prepararlo en casa, solo necesitas agua, café molido y un filtro o una prensa francesa. Una taza de agua fría y 1/3 de taza de café molido y se deja reposar a temperatura ambiente de 8 a 24 horas.
Después del tiempo de espera, el concentrado debe filtrarse y antes de consumirse es necesario diluirlo con agua o leche para beberse frío o caliente. Prepáralo y prueba la diferencia.