drag_handle

¿Realmente existen los alimentos afrodisiacos?

Por Animal Gourmet

Una historia. En octubre de 2007 por invitación de Magaly Reina, en aquel entonces responsable de “Menú” -la sección de gastronomía de El Universal, el chef Enrique Olvera y un servidor planeamos una “cena afrodisiaca” en Pujol que serviría también para la presentación en México de los vinos Miros (Bodegas Peñafiel) de Ribera del Duero.

Imaginarán que aquella cena fue espectacular. Un menú de ocho tiempos con ingredientes con fama popular de aumentar el deseo sexual: mariscos, aguacates, espárragos, caracoles, chocolate y plátanos, entre otros.

Pero, ¿realmente existen alimentos o bebidas que aumentan el deseo sexual? Desde el punto de vista neurofisiológico la respuesta es contundente: no. Tampoco existe algún alimento o bebida que científicamente haya demostrado lograrlo.

¿Existen alimentos o bebidas que aumentan el deseo sexual? No.

El deseo sexual, una de las necesidades básicas de los seres humanos, requiere de concentraciones de hormonas (básicamente testosterona) y de neurotransmisores (serotonina) adecuadas en el cerebro para mantenerse. De ahí que las personas que tienen disminuidas dichas concentraciones, experimenten una baja en su deseo sexual, que se traduce en menor interés por hacer el amor, menor frecuencia de pensamientos y fantasías sexuales.

Es frecuente, por lo tanto, encontrar esta disfunción sexual (Deseo Sexual Hipoactivo) en pacientes con Depresión (por disminución de la Serotonina), climaterio o hipogonadismo (por disminución de la Testosterona).

Por su parecido a los genitales masculinos, los espárragos son considerados afrodisiacos. // Foto: Especial.

Por su parecido a los genitales masculinos, los espárragos son considerados afrodisiacos. // Foto: Especial.

En realidad nos falta mucho por saber y entender de la respuesta sexual de los seres humanos. Desgraciadamente los recursos destinados a la investigación en este campo no son suficientes, por lo que esos huecos del conocimiento se han llenado por charlatanerías, mentiras y, en el mejor de los casos, buenas intenciones.

Se han llenado por charlatanerías, mentiras y, en el mejor de los casos, buenas intenciones

Sin embargo, dado que el Deseo Sexual Hipoactivo se ha convertido en la primera causa de búsqueda de ayuda en Medicina Sexual en el mundo desarrollado, existe gran interés en las compañías farmacéuticas por sintetizar y comercializar alguna molécula que resuelva esta necesidad aunque, hasta ahora, los pocos intentos que se han materializado en algún medicamento no han demostrado ser realmente eficaces.

La última molécula que se sometió a registro (Flibanserina) desarrollada por una compañía farmacéutica alemana, no obtuvo la aprobación para su comercialización por la FDA (Food and Drug Administration de Estados Unidos) quien solicitó nuevos estudios, ya que consideró que no era mejor que el placebo. Desafortunadamente, la compañía decidió no continuar con el proceso dados los altos costos de dichos estudios.

Pero este conocimiento popular acerca de que ciertos productos aumenten el deseo sexual, no surge de gratis. Existen alimentos que, por su parecido a los genitales femeninos o masculinos, gocen de fama como disparadores del deseo sexual y no hace falta mencionarlos, ustedes los pueden identificar fácilmente. De ahí que se utilicen con esa intención.

Un buen ejemplo es la recomendación de comer ostiones durante la luna de miel y, seguramente conocerán a más de una persona que jurará y perjurará que -efectivamente-, el consumo de dichos alimentos se tradujo en un mejor desempeño sexual. ¿Por qué es así?

Algunos lunamieleros aseguran que los ostiones también son afrodisiacos. // Foto: Especial

Algunos lunamieleros aseguran que los ostiones también son afrodisiacos. // Foto: Especial

Recordemos que no sólo requerimos de un cuerpo sano para tener un deseo sexual adecuado, se necesitan también condiciones emocionales adecuadas para que el deseo surja. Las mujeres son expertas en ello; el saberse deseadas, protegidas o amadas es un detonador de su deseo, por lo que si a esas condiciones emocionales se les acompaña del consumo de alimentos o bebidas, por ejemplo en una cena “romántica”, la asociación emocional de mayor deseo sexual con dichos alimentos se dará fácilmente.

Se necesitan también condiciones emocionales adecuadas para que el deseo surja

Eso no significa que existan alimentos que tengan un impacto en nuestra fisiología cerebral y generen cambios. Uno de los mejores ejemplos es el chocolate, considerado también dentro de esta lista de productos afrodisiacos. El cacao, como el café y el té, es un estimulante del Sistema Nervioso Central y una cantidad adecuada produce aumento de la respuesta de ciertos neurotransmisores (noradrenalina) que se traduce en una sensación de disminución de la fatiga, mayor estado de alerta y aumento del flujo circulatorio a ciertas zonas del cuerpo, que llevan a generar la idea de que nos prepara para una mejor experiencia sexual.

No extrañamente, los chocolates son de los regalosamorosos” más socorridos. Este efecto se logra gracias a una sustancia presente en el chocolate, que se llama Teobromina que también se encuentra en el Guaraná y en la yerba Mate, también considerados afrodisiacos. La Teobromina forma parte de un grupo de sustancias llamadas metilxantinas al que también pertenecen la Cafeína y la Teofilina.

El alcohol es otra historia. Considerado un depresor del Sistema Nervioso Central, inhibe ciertos controles de nuestra conducta a nivel cerebral que se traducen en una respuesta de mayor desinhibición, de ahí que, en personas con cierto grado de dificultad para permitirse la expresión de su deseo sexual, una dosis “adecuada” les permite el actuar su deseo con mucha mayor libertad. Por ello, el vino es considerado por sí mismo un producto afrodisiaco cuando en realidad, no es que aumente el deseo, sino que permite su expresión con mayor facilidad y menos censura.

El vino es considerado un producto afrodisiaco; no es que aumente el deseo, permite su expresión con menos censura

Al final, la respuesta a la pregunta que da pie a esta colaboración también puede ser . Si una persona asocia una experiencia sexualmente muy intensa o satisfactoria al consumo de algún alimento o alcohol, para dicha persona, psicológicamente ese alimento será afrodisiaco y no habrá forma de contradecirlo.

Habrán disfrutado de, no sólo una cena, sino de una noche inolvidable

Regresando a la historia de la cena en Pujol. Estoy seguro que muchos de quienes disfrutaron de aquellas maravillas creadas por Enrique y de los vinos vallisoletanos, habrán encontrado la experiencia tan estimulante que a pesar de que yo haya dicho que desde el punto de vista científico no existen alimentos afrodisíacos, al llegar a su cama se habrán encontrado con su deseo sexual a flor de piel y habrán disfrutado de, no sólo una cena, sino de una noche inolvidable.

*César Velasco es psiquiatra, terapeuta sexual y de pareja. Además es amante de la comida, de la cultura del vino y cocinero amateur por herencia familiar.