Desde los barrios de Inglaterra prepara un clásico cóctel Tom Collins
Por Daniela Corzo
El Tom Collins es un cóctel clásico que ha perdurado en la cultura de la coctelería hace muchos muchos años. El Tom Collins tiene sus raíces en Inglaterra, alrededor de la década de 1890.
Su creación se le atribuye a John Collins, un barman del Limmer’s Hotel en Londres, conocido por su don y habilidad en la preparación de bebidas.
Originalmente, el cóctel se elaboraba con ginebra holandesa conocida como “Old Tom”, lo que pudo influir en el cambio de nombre de John a Tom Collins.
El Tom Collins es apreciado por su sabor refrescante y equilibrado, resultado de la combinación de ginebra, jugo de limón, azúcar y agua carbonatada.
Su simplicidad y frescura lo han convertido en una elección popular durante los meses cálidos y en reuniones sociales. Además, su versatilidad ha dado lugar a variantes con diferentes tipos de licores y cítricos, adaptándose a diversos gustos y preferencias.
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Receta de Coctel Tom Collins
1 porción
Ingredientes:
60 ml de ginebra (puede ser London Dry u otra de tu preferencia)
30 ml de jugo de limón fresco (aproximadamente 1 limón)
15 ml de jarabe simple (puedes ajustarlo al gusto)
Agua mineral con gas (aproximadamente 90-120 ml, dependiendo de tu gusto)
Hielo en cubos
Rodaja de limón y/o cereza marrasquino (para decorar)
Preparación:
En una coctelera o directamente en el vaso, combina la ginebra, el jugo de limón fresco y el jarabe simple. Si usas coctelera, llena con hielo y agita vigorosamente durante unos 10 segundos para enfriar la mezcla. Si preparas directamente en el vaso, revuelve bien con una cuchara.
Llena un vaso Collins (un vaso alto) con hielo y vierte la mezcla de ginebra, limón y jarabe.
Completa el vaso con agua mineral con gas, vertiéndola suavemente para mantener las burbujas.
Adorna con una rodaja de limón en el borde del vaso y/o una cereza marrasquino.
Sirve inmediatamente y disfruta de este cóctel ligero, cítrico y burbujeante.
¡Salud!
Consejos:
Para tener un jarabe simple casero, mezcla partes iguales de azúcar y agua, calienta hasta que el azúcar se disuelva, y deja enfriar.
Puedes sustituir la ginebra con agua tónica o soda y un toque de esencia de ginebra o un almíbar de hierbas.
Un twist de sabor, añade unas gotas de bitters aromáticos o un toque de puré de frutas (como fresa o frambuesa) para personalizar el cóctel.