La historia cuenta que en 1910 don Leopoldo Mena, un heladero de oficio, tenía mucho éxito vendiendo sus deliciosos postres en Mérida, pero aunque parecían ser un éxito, en la durante el invierno bajaban sus ventas.
Para obtener ganancias ideó una estrategia y decidió vender los barquillos solos. El nuevo producto fue bien recibido y pronto las venta aumentaron.
En 1945, gracias al éxito de sus conos sin helado, a don Polo se le ocurrió darle un plus y les agregó un singular relleno. Ese día nacieron oficialmente las marquesitas, un postre hecho con la masa dulce del barquillo que al paladar contrasta con el salado sabor del queso holandés del que están rellenas.
Una historia más cuenta que este postre yucateco fue nombrado así por ser el dulce predilecto de las hijas de un Marqués, devotas consumidoras del crujiente tentempié. Quiso la historia que los apellidos de aquellos nobles se perdieran en el recuerdo, pero dejaron su legado, dando un apelativo a uno de los bocadillos más representativos de la capital yucateca.
Hoy existen diversos rellenos y además del queso pueden agregarles cajeta, chocolate, miel de abeja, mermeladas, etcétera. Y todas son un éxito.
Si viajas a Mérida o vives allá las puedes encontrar en las plazas, afuera de las iglesias, en los parques y en los eventos de la ciudad todos los días y a todas horas.
Las originales, las de Don Polo, las puedes encontrar en Calle 55 número 506, en la colonia Paseo de las Fuentes cerca de encuentran Plaza Santiago. Otro buen lugar para disfrutarlas, y aprovechar para dar un paseo una noche de domingo, es en el Parque de Las Américas donde podrás encontrar otros antojitos como tortas de lechón y unos deliciosos esquites.
Ahora bien, si vives en el DF y no puedes esperar a probarlas te sugerimos darte unas vuelta por Las Marqueyucas, en la Condesa, donde además nos mostraron cómo las preparan:
Vicente Suárez #26 local 5, colonia Condesa, México DF.
Teléfono: 5211 6544
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