El 42% de mujeres y disidencias (LGBTQI+) han sufrido abuso físico en la gastronomía en México, reveló el primer informe de Género en Gastronomía en Latinoamérica, elaborado por el Observatorio de Género y Salud del Mapa de Barmaids & Afines. Este dato es solo una muestra de la grave crisis que enfrenta el sector en términos de violencia de género en la gastronomía.
La cocina, un espacio históricamente feminizado y relegado a las mujeres en el ámbito doméstico, se convierte en un terreno hostil cuando se trata de su profesionalización. Aunque el legado de nuestras antesesoras nos permitió entrar en el mundo laboral, las condiciones que enfrentamos siguen siendo profundamente desiguales: salarios injustos, pocas oportunidades de ascenso y, sobre todo, un ambiente donde el abuso y la discriminación son el pan de cada día.
La violencia no se queda en las cocinas. Desde los pasillos de los restaurantes hasta las barras de los bares, las trabajadoras y disidencias (LGBTQI+) son expuestas a comentarios sexistas, tocamientos no consentidos por parte de compañeros, superiores e incluso clientes.
Como consumidores, tenemos la responsabilidad de cuestionar más allá del sabor de los platillos que degustamos: ¿qué historias de violencia y explotación hay detrás del restaurante donde como?
Este texto busca visibilizar una realidad que muchas veces se barre bajo la alfombra. Es hora de exigir espacios laborales justos y seguros para todas las mujeres y disidencias que mantienen viva la esencia de la gastronomía.
El Mapa de Barmaids & Afines es la primera plataforma de visibilización y empoderamiento femenino en el rubro gastronómico en Latinoamérica, creado en 2018 en Argentina. Trabaja con temas de género, salud y formación dentro del sector de la hospitalidad en distintos países.
“Empieza primero como una inquietud que yo tuve como periodista, si bien no me considero una periodista gastronómica tradicional, empecé cubriendo algunas cuestiones de gastronomía y lo que más me llamaba la atención eran las mujeres del otro lado de las barras”, recuerda Laura Marajofsky, creadora y coordinadora de esta plataforma.
Marajofsky señala que la llegada del Mapa de Barmaids & Afines a México fue hace 5 años de la mano con los movimientos de reivindicación de los derechos de las mujeres y diversidades gracias a la emancipación femenina y feminista en México.
En la actualidad, la plataforma migró a países como México, Chile, Uruguay, Ecuador y Perú. La red regional tiene a más de mil 500 mujeres y disidencias mapeadas en cuatro países activos (Argentina, Chile, México y Uruguay).
La labor del mapa sumó actividades contra la violencia machista en la gastronomía en Argentina y en otros países de LATAM. Además, realiza sondeos sobre violencias de género, equidad e informalidad en el sector, a través de su propio observatorio desde el cual se publicó el primer informe con datos de género en el sector gastronómico en la región.
“Hace cuatro años lo fundamos para darle un carácter más formal y una entidad más institucional a la labor, que ya veníamos haciendo […] Teníamos puestas dos encuestas, Género y Salud sobre hábitos saludables del personal gastronómico y empezamos a ver que había un montón, entonces buscamos una figura que representara este trabajo y conformamos el observatorio con tres sociólogas y yo como coordinadora”.
El informe titulado El lado B de la gastronomía. Sexismo y precarización en el sector gastronómico pretende indagar acerca de la percepción que tienen las mujeres y disidencias (LGBTQI+) que trabajan en la gastronomía.
A través de una encuesta realizada a 656 mujeres y disidencia en distintos países de América Latina, entre ellos Argentina (386), Chile (156) y México (114), se revela una realidad alarmante: discriminación de género en los procesos de contratación, acoso constante en los espacios laborales, abuso físico, y micromachismos en el área de trabajo.
Este informe no es un simple compendio de cifras, sino un reflejo de la violencia estructural que mujeres y disidencias enfrentan tanto fuera como dentro de sus lugares de trabajo.
Las cifras recabadas exponen una necesidad urgente de reformar el sector gastronómico, un sector que, si bien ha visto cómo las condiciones laborales precarias salen a la luz, aún esconde bajo sus cocinas historias de abuso, desigualdad y silencio cómplice.
Por si te interesa: El secreto para un restaurante exitoso empieza con el bienestar de su equipo
El sector gastronómico se ha convertido en el refugio laboral de miles de personas que buscan su primer empleo, un sustento para sus familias o la oportunidad de costear sus estudios. Sin embargo, detrás de esta aparente oportunidad, se oculta una realidad alarmante: salarios injustos, jornadas extenuantes y una cultura de normalización del abuso y la explotación.
En ese primer empleo, muchas veces, la necesidad de conservarlo empuja a aceptar condiciones laborales deplorables. Nos enseñan a aguantar, a no cuestionar si el salario es justo o si las largas horas de trabajo merman nuestra salud física y emocional. Tampoco nos enseñan a reconocer las violencias que atravesamos: acoso laboral, presión psicológica, abuso de poder y, en los peores casos, violencia física.
“Encima si le agregas que muchas veces esa agresión proviene de jefes, compañeros y otros (que también puede ser clientes). La mayoría proviene de los jefes, es una situación de asimetría total, de relación de poder totalmente asimétrica”, agrega Laura Marajofsky, coordinadora de Mapa de Barmaids & Afines.
Ver esta publicación en Instagram
La participación de México, dentro de El lado B de la gastronomía. Sexismo y precarización en el sector gastronómico, realizado por el Mapa de Barmaids & Afines, estuvo conformada por 114 personas entre 19 y 46 años. El lugar de residencia en su mayoría fue de la Ciudad de México, seguida de Puebla, Oaxaca, Jalisco, Querétaro, Yucatán y Baja California.
El 35.1 % de las participantes afirmó que alguna vez se sintió incómoda o que se la trató de manera indebida en una entrevista de trabajo. Muchas de las situaciones mencionadas eran acerca de comentarios desubicados o miradas excesivas en relación al físico, preguntas incómodas acerca del embarazo, posibilidad de tener hijos o hasta incluso propuestas indecentes.
En el tema de prácticas de micromachismo en su ambiente de trabajo. La práctica que se observa con más frecuencia en el ambiente laboral es la relacionada a las dudas que se generan acerca de las habilidades profesionales en base al género (61.40%). La segunda práctica más frecuente fue la concerniente a la presencia de comentarios indebidos respecto al físico o vestimenta (57.89%), seguida de la percepción de comentarios respecto de las capacidades o tareas (54.39%).
Respecto al abuso físico, el 42.1% de la muestra afirmó haber sufrido abuso físico en su lugar de trabajo, siendo que el 54.17% lo padeció de parte de un jefe o superiores, el 22.91% de parte de compañeros de trabajo, el 18.75% por clientes y el 4.17% señaló a otras personas como las culpables. Solo 2 personas tienen una denuncia o causa legal abierta.
¿Quieres sumarte? Si trabajas en el sector gastronómico en México y quieres formar parte de la encuesta, hazlo través de este link.
El informe de Mapa de Barmaids & Afines reconoce sus limitaciones y alcances, entendiendo que solo se ha revelado la superficie de una problemática mucho más amplia y profunda.
La muestra, compuesta mayoritariamente por mujeres y disidencias con estudios universitarios en México, representa un sector con cierto acceso a la información y conciencia sobre las violencias a las que se enfrentan.
Pero, ¿qué sucede con las trabajadoras invisibles? migrantes, quienes se desempeñan en fondas, comedores comunitarios, o quienes realizan labores de limpieza en bares y restaurantes. Sus historias de explotación y violencia permanecen en la sombra, fuera del alcance de estudios como éste, pero no por ello son menos urgentes.
Este informe es solo una primera aproximación. La intención es abrir una brecha para que las voces de las mujeres y disidencias que hoy no están reflejadas en los datos encuentren eco en futuras investigaciones.
“[…] no solo para ser diagnósticos, sino para poder hacer lecturas, para entender qué está sucediendo y entonces empujar políticas públicas, o sea, estos son datos que usan las organizaciones del sector, que les sirven a las empresas y que si el gobierno le interesara, cosa que por supuesto ahora no sucede ni va a suceder. Así como tienen el observatorio de datos de femicidio o el observatorio de datos de economía, este es el observatorio de género y salud en gastronomía”, comenta Laura Marajofsky.
Ver esta publicación en Instagram
Las mujeres y disidencias siguen luchando por ser reconocidas no solo como piezas clave del engranaje gastronómico, sino también como seres humanos merecedores de respeto, seguridad y oportunidades justas.
Es hora de nombrar lo innombrado: el acoso y la violencia de género en la gastronomía no pueden seguir silenciados. Las cifras gritan por sí solas, pero es la sociedad y el gobierno quienes debemos escuchar y actuar para erradicar estas prácticas inaceptables. Visibilizar la problemática es el primer paso hacia una solución integral y justa.
La próxima vez que visites algún sitio vinculado al sector de la gastronomía, mira más allá del plato y el teléfono. Echa un vistazo si la mesera o el trabajador detrás de la barra está siendo tratado bien por sus superiores, en caso que no sea así, señala lo que está mal.
“Si nos vamos a quedar sentadas esperando que hagan algo nadie va a hacer nada en términos de la esfera política y demás [...] El consumidor en particular puede traccionar porque la compra es política también, pero no política de militancia de un partido, política de que lo que uno consume también puede tener detrás un contenido de justicia social, de equidad, de diversidad, de sostenibilidad ambiental y puede empujar por supuesto lo que hacen las marcas, lo que hacen las grandes empresas”.
Las nuevas generaciones buscan marcas que tengan un propósito detrás y lo valoran siendo fieles a ellas. La Generación Z (nacidos entre 1995 y 2009) son compradores impulsados por los valores y quieren que las marcas se preocupen por lo que es importante para ellos, como el medio ambiente, la igualdad de género, la diversidad e inclusión, entre otros temas, destaca Meta Business.
Cuando elijas tu próximo lugar para comer, tomar un café o tomar un trago ten presente, algunas preguntas sugeridas por el Mapa de Barmaids & Afines: ¿Cuán variado es el staff del local? ¿Hay mujeres y disidencias? ¿Cómo tratan al personal y cómo es su cultura del trabajo? ¿Adhiere el local a un protocolo de género que proteja tanto a los consumidores como al staff? ¿Cómo está la salud de los trabajadores del lugar?
——–
Afíliate a la plataforma del Mapa de Barmaids & Afines a través de este link.