Todos aman un buen plato de lentejas con tocino, una receta clásica de sopa de lentejas o una hamburguesa vegana. Lo que a pocos puede gustarle es lo que pasa después de comerlas. Un ataque de gases incómodos que revuelven tus intestinos. Pero ¿por qué producen gases? ¿podré comer lentejas y no tener gases? La respuesta te sorprenderá.
Las lentejas son uno de los alimentos más ricos en nutrientes que podemos consumir. Abundante en proteínas, vitaminas, minerales y especialmente en fibras. Alimento muy versátil que puede ofrecernos un platillo rico, sano y muy económico.
Su cocción es sencilla y sus beneficios son muchos. Ayudan a reducir el estreñimiento, contribuyen a desaparecer enfermedades cardiovasculares y atacan el colesterol malo.
A pesar de todo lo bueno de las lentejas, muchas personas sufren por la gran cantidad de gases que producen. Te habías preguntado ¿por qué las lentejas producen gases? La respuesta es muy simple y la solución para que deje pasar aún más.
Las lentejas son un tipo de legumbre, el fruto de las plantas leguminosas, las cuales pertenecen a la familia fabaceae. Como el maní, garbanzo, chícharo, frijol, habas, soya, alubia, etc.
Al igual que todos estos tipos de legumbres, las lentejas causan gases por su composición, pues son oligosacáridos, un tipo de carbohidrato que el cuerpo no suele digerir bien. Estos carbohidratos oligosacáridos, pasan por todo el estómago e intestino delgado sin ser digeridos de forma correcta.
Al llegar al intestino grueso, las bacterias que se encuentran presentes de forma natural en el colón fermentan las lentejas digeridas. Esto ocasiona que se produzcan gases como hidrógeno, dióxido de carbono y a veces, metano.
Las lentejas están compuestas de fibras, las cuales también contribuyen a la producción de gases en la fermentación. Estos gases son parte del proceso digestivo y es algo natural, pero depende de la persona puede sufrir mayor cantidad e intensidad en la expulsión de los mismos.
La cantidad de fibra y oligosacáridos en la dieta, puede aumentar la probabilidad de tener gases más sonoros y olorosos.
La única forma para comer lentejas y no tener gases, es remojarlas. Antes de cocinar cualquier tipo de legumbre, se recomienda un período de remojo (entre 4 a 8 horas).
Esto contribuye a reducir la cantidad de oligosacáridos en las lentejas o cualquier otra legumbre. También cocer completamente y consumirlas en porciones moderadas, ayudará a la digestión.
Evita combinarlas con otros alimentos inflamatorios o con abundante fibra para así evitar generar abundantes gases. Mezclar las lentejas con ingredientes que favorecen la digestión como el comino o el jengibre podría ayudar a reducir la cantidad de gases.
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