El aceite de oliva es un ingrediente esencial para cualquier persona. Un producto indispensable para una alimentación saludable y balanceada. Así que aprender, cómo elegir el aceite de oliva, se convierte en una acción imprescindible para cualquier persona. Con esta pequeña guía conocerás los diferentes tipos de aceites de oliva, así como los usos culinarios que le puedes dar y cuál es el paso a paso para tomar una decisión bien informada.
Uno de los aceites vegetales más consumidos en el mundo y sobre todo uno de los más valorados. Se obtiene del fruto del olivo conocido como oliva o aceituna. Se produce desde hace siglos, en el antiguo Egipto, hace casi 4,000 años se comenzó a cosechar este tipo de plantas.
Con el tiempo se comercializó y pasó por todas las ciudades que bordeaban el mar Mediterráneo. Pero fueron los griegos y posteriormente los romanos, quienes más explotaron este aceite con fines culinarios.
Actualmente existe una gran diversidad de presentaciones y versiones del aceite de oliva. Cada uno cumple un propósito diferente, además de que brindan características únicas y especiales.
Las propiedades nutricionales del aceite de oliva son muchas, pues se le considera una grasa saludable. Los diferentes tipos de aceite de oliva tienen grandes beneficios a la salud y es uno de los productos más recomendados para obtener vitamina E, polifenoles y ayuda a reducir grasas monoinsaturadas (colesterol malo).
El aceite de oliva es un excelente ingrediente que ayuda a reducir los niveles de glucemia, algo ideal para las personas diabéticas. Además de que mejora el proceso digestivo del cuerpo, elimina la acidez gástrica y facilita el tránsito intestinal.
Existen cientos de variedades de aceitunas, principalmente en España, Italia, Grecia, Francia y Portugal. Al menos 242 variedades registradas. Sin embargo, se clasifican de acuerdo a una clasificación regulada para comercializar.
El proceso de elaboración es sencillo. Primero, se recolectan. Después, las aceitunas se limpian y criban (limpiar de hojas, tallos y tierra). El tercer paso es moler y batir. Por último, se centrifugan para obtener la separación de sólidos con líquidos.
La clasificación original de las aceitunas provienen del Consejo Oleícola Internacional. Un organismo regulador que certifica que los productos comerciales se estructuren de acuerdo a las categorías establecidas.
El más puro de todos, aquel que tiene la mejor calidad. El aceite de oliva extra virgen se obtiene del prensado en frío de las aceitunas y no tiene ningún proceso químico para refinarlo.
Características: color intenso y sabor afrutado, poca acidez.
Usos culinarios: ideal para ensaladas, aderezos o solo para acompañar un pan tostado. Usar en preparaciones frías, no calentar para evitar que se pierdan propiedades.
Parecido al extra virgen, sin embargo, tiene una acidez más elevada y también se produce en prensado en frío. Contiene algunas imperfecciones.
Características: de sabor ácido, de color opaco y muy intenso.
Usos culinarios: más versátil, pues se puede consumir en frío o bien puedes ocuparlo para cocinar. Evite temperaturas elevadas, ideal para salteados o sofritos sencillos.
Elaborado a partir de un proceso químico de refinamiento para desaparecer las impurezas. Este aceite es mucho más opaco y comercial. Pierde muchos beneficios nutricionales que caracterizan al aceite de oliva.
Características: de sabor suave y con una acidez aún mayor.
Usos culinarios: perfecto para cocinar a altas temperaturas como frituras (por un punto de humo elevado).
Este es la mezcla del aceite de oliva refinado y el extracto frío del aceite de orujo de oliva crudo. Se obtiene de restos de aceituna que fueron deshechos en la extracción del aceite de oliva virgen o extra virgen.
Características: menos denso y perfecto para cumplir cualquier propósito que pueda cumplir otro aceite vegetal. Por el precio es un punto medio muy favorecedor.
Usos culinarios: se suele ocupar en frituras profundas de baja calidad.