Sea vino espumoso, cava, champagne o prosecco, siempre habrá un buen momento para disfrutar del enorme placer que genera beber burbujas frías y, al mismo tiempo, pasarla bien. Ahora,
e igual de importante: ¿en qué copas debe beberse?.
La copa ideal para un espumoso debe “guardar” las burbujas de forma natural, es decir, no promover ni evitar su efervescencia sino más bien dejarla libre. Además, debe tener tal forma que no afecte la temperatura —evitando que la bebida se caliente— y, para los expertos pero también de manera importante, la copa debe generar que los aromas se liberen y permitir un espacio para que la nariz del catador pueda percibirlos.
Más allá de los diseños y de la historias detrás de cada una de las copas para beber un delicioso cava o una memorable champagne, hay ciertas características especiales que obedece también a cierta técnica o privilegia determinados objetivos en la copa.
Te compartimos una introducción al tema, vale la pena hacer la prueba en cada una de ellas:
La copa Pompadour
Esta copa es nuestra favorita no solo por su forma y diseño, sino por lo que hay alrededor de ella —aunque es la menos recomendada para beber champagne, dicen los expertos—. La bonita historia detrás de esta copa asegura que fue elaborada en porcelana a finales del siglo XVIII bajo encargo de María Antonieta, esposa del rey Luis XVI, tomando como modelo, nada más y nada menos que su seno izquierdo. Sin embargo, la leyenda dice que en realidad el seno fue el de de Madame de Pompadour, la amante del rey, y por ello el nombre de la copa.
Es una copa baja, de boca muy amplia que permite que la burbuja desaparezca mucho más rápido por lo que se sugiere para bebidas más carbonatadas pues su diámetro deja escapar el gas, y evita mayor concentración de aromas.
La flauta
La copa es de forma larga y estrecha, lo que permite mantener muy bien la espuma y la temperatura. Está diseñada para mantener las burbujas y reducir así el área de la superficie y la posibilidad de que el efecto carbonatado desaparezca.
La copa tulipa o tulipán
Foto: www.ruinart.com
Esta copa tiene un diseño intermedio entre la Pompadour y la flauta. Tiene una boca estrecha —para la concentración de aromas y evitar escape el efecto burbuja— y se abre en la base para permitir al vino expresarse en una mayor área sin perder temperatura.
Así que ya lo saben, si el espumoso a beber contiene mucho carbónico lo mejor es servirse y beberse en la famosa y pomposa copa Pompadour; si debemos privilegiar la temperatura, la copa tipo flauta resulta ideal y si además de sabor y sensaciones, lo que se busca es disfrutar del aroma y entenderla a profundidad, la copa es la Tulipa.