Llena de aromas a especias tu casa y disfruta del frío con esta deliciosa receta de vino caliente.
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Hay muchas interpretaciones de esta preparación alrededor del mundo. Es una de las bebidas que no puede faltar en los inviernos de Europa pues sus aromas y calidez hacen la diferencia a la hora de pasar frío.
En los países nórdicos se conoce como glögg y en Alemania como glüwien; llegó a Estados Unidos con los anglosajones llamándolo mulled wine y aunque en México no es tan popular, es una gran opción por si le quieres variar al tradicional ponche.
¡A preparar vino caliente!
En una olla, pon a hervir el jugo de naranja con el azúcar. Notarás que comienza a espesar, entonces mueve para que no se pegue en el fondo.
Cuando las burbujas sean más consistentes, incorpora las rodajas de naranja junto con el clavo, el cardamomo, el anís estrella y el jengibre rallado.
Espera unos diez minutos.
Mientras tanto, pela la manzana, quítale el corazón y corta en cubitos pequeños. Reserva en agua con limón.
Pasados los diez minutos, notarás que tu olla desprende unos aromas increíbles y que el líquido ya es más bien un jarabe.
Justo en este punto, es momento de agregar el vino. Baja el fuego, mueve de modo que todo se integre y deja que comience a hervir.
Para terminar, incorpora el licor de hierbas que más te guste junto con una rajita de canela. Guarda otra para decorar tu taza. Mientras tanto, deja que se integren los sabores.
Para servir, cuela el vino caliente e incorpora los cubitos de manzana que tienes en el refrigerador. Decora con una rodaja de naranja, una raja de canela y ahora sí, estás listo para disfrutar la temporada de frío.
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