Estamos listos para preparar los churros con azúcar más ricos y fáciles del mundo con esta receta. Seguro tienes todos los ingredientes en casa, ¡así que manos a la masa!
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Por más extraño que parezca, los churros son un antojito callejero dulce que si bien se ha acomodado perfectamente bien en las tradiciones latinoamericanas, tiene su nacimiento en las lejanas tierras del medio oriente.
Resulta que la masa frita y espolvoreada con especias es una tradición que llegó con la conquista de los árabes a la Península Ibérica. Cruzaron por el estrecho de Gibraltar hacia lo que hoy es Andalucía, España, y a su paso dejaron testimonio aún vivo de su cultura.
Arcos mudéjares, arquitectura muy detallada, artesanías en cerámica y mosaicos de colores son algunos de ellos. Pero pasear por las calles del sur también dejó un perfume a churro que engalana las ferias de los pueblos y las fiestas patronales.
La preparación es sencilla: una masa muy similar al choux francés que se fríe profundamente en aceite vegetal muy caliente para lograr la textura perfecta, crujiente en el exterior y muy suave al llegar al centro.
A México llegaron con la conquista y se han vuelto una parada obligada en los paseos dominicales. Incluso hay sitios que permanecen abiertos las 24 horas del día para ofrecer churros -con su receta secreta, eso sí- y cumplir antojos a todas horas.
Para coronar se puede espolvorear con azúcar y canela, aunque aquí ya tiene cabida la tradición prehispánica mesoamericana y se manifiesta como el acompañante favorito: una taza de chocolate espeso para chopear hasta el fondo y disfrutar con todos los sentidos.
Para hacer aproximadamente veinte churros necesitas una olla profunda, una manga y una duya con punta de estrella. En caso de que no tengas esto último no te preocupes, puedes utilizar una bolsa resellable para congelar y cortar con unas tijeras.
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