Durante décadas los melómanos han mantenido una discusión de proporciones épicas: ¿CD o vinil, qué se escucha mejor? Nosotros, en búsqueda de la respuesta y con miras a fomentar la paz entre los individuos, encontramos que no hay mejor opción que una tortilla de harina de trigo. Las posibilidades de los chefs amantes de la música son, ahora, infinitas.

La tortilla musical surgió como respuesta al video de un usuario en de YouTube que subió un video de una tortilla que daba vueltas en un tornamesa mientras de fondo se escuchaba el inconfundible Jarabe tapatío —o la Danza mexicana del sombrero como la conocen nuestros vecinos del otro lado del Río Bravo—.

La broma insulsa pasó a ser un reto y la disquera independiente Rapture Records, autor del video de la auténtica tortilla musical, creó la primera grabación comestible de la que se tenga noticia. Usando una cortadora láser, para marcar los surcos en la superficie de la masa y permitir que la aguja recorra las sinuosidades de la tortilla de harina de trigo y convierta el movimiento en sonido ¿Fácil, no?

Preparar este comestible musical tiene su secreto. Si bien la tortilla común es la de maíz, por su textura es difícil hacer una grabación sonora en ella; por ello lo mejor es una tortilla de harina precocida, el disco de masa semi cruda.

Si quieres hacer tus propias tortillas musicales y poner una tienda de discos —o un local de burritos quizá— acá puedes encontrar el tutorial que te llevará paso a paso. Es probable que lo único que te haga falta sea una cortadora láser, pero con un poco de dinero —13 mil pesos— acá puedes comprarla. El resto será el sabor, o melodía, que le imprimas; ahora sí, a darle un nuevo sentido al famosísimo Salsa Mix.