Acompáñanos a descubrir cada uno de los aspectos que hacen tan especial e irresistible al más chilango de los taquitos mexicanos… EL TACO AL PASTOR.

Esto es un taco al pastor

Este manjar se compone de una tortilla de maíz suave y un tanto crujiente, con jugosos trozos de carne de cerdo adobada, que han sido asados lentamente en un trompo vertical.

El trompo es esa estructura de metal inconfundible, la vemos fuera de todas las taquerías, su función básica consiste en girar sobre sí misma, para lograr que la carne se cocine de manera uniforme y se conserve jugosa.

El distintivo sabor de la carne al pastor se obtiene tras marinarla con una mezcla de chiles secos, ajo, cebolla, vinagre, jugo de naranja y otras especias que le dan ese sabor característico, dulce y adobada.

Una vez marinada, se ensarta en el trompo para dejar que las brasas hagan su magia y cuando alcanza su punto exacto de cocción se corta en láminas finas que se colocan en la tortilla de maíz recién calentada. El taco se corona con un poco de cebolla picada, cilantro fresco y una salsa picante al gusto.

¿Y acá viene un debate: el taco con piña o sin piña?

Lo que sí no puede faltar una buena bañada de jugo de limón para darle un toque cítrico que nos encanta.

El taco al pastor es un platillo que ha conquistado el paladar de millones de personas en todo el mundo, gracias a su sabor único y a su textura jugosa y tierna. Sin duda, es una deliciosa muestra de la gastronomía mexicana que vale la pena probar en cualquier oportunidad.

Desde el 2007 México celebra cada 31 de marzo el Día del taco, un buen pretexto para rendirle honores al platillo más emblemático de nuestro país.

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