El pastrami se popularizó en 1800 en Nueva York, gracias al migrante lituano Sussman Volk, a quien un amigo rumano le compartió la receta a manera de pago por un favor. El migrante posicionó al pastrami en la gran manzana gracias sus soberbios sándwiches en su deli en la calle de Delancey.
Para 1930 casi todos los delis en Nueva York utilizaban pastrami en sus sándwiches con pan de centeno. Tal es el caso del Carnegie Deli, Katz Delicatessen y Stage Deli, por mencionar algunos.
El único deli de esa época que hasta la fecha sigue deleitándonos con esos gigantescos y carnosos sándwiches con esta carne es Katz Deli en Houston St. Un lugar histórico, en donde incluso han filmado películas como When Harry met Sally.
Este tipo de es carne curada y ahumada. Posteriormente, gracias a su composición, se corta en rebanadas delgadas que se deshacen en la boca a la primera mordida. El pastrami es previamente sazonado con una mezcla de especias que incluyen ajo, semillas de cilantro, pimienta negra, paprika, clavo, sal y en ocasiones semillas de mostaza.
Esta delicada carne se obtiene de la panza del animal, como es el caso del tocino o la pancetta en el cerdo.
TIP: Puedes añadir queso Edam o manchego en una de las tapas y acompañar con pepinillos encurtidos.