Si te sobró ponche de las fiestas decembrinas y ya nos sabes qué hacer con él, esta receta de mermelada de ponche te va a quedar como caída del cielo.
Después de mucho recalentar el ponche, lo que ocurre es que las frutas se deshacen y el caldo se espesa y se hace muy dulce porque el agua ya se evaporó mucho y los azúcares se concentraron. Quizá ya no está tan rico como recién hecho pero ¡no lo tires! Puedes hacer una mermelada deliciosa y darle una segunda vida a ese ponche que con tanto esfuerzo y amor hiciste para las fiestas de Navidad.
Receta de mermelada de ponche navideño
- Porciones: ¡las que te alcancen!
- Costo: económico
- Complejidad: fácil
- Tiempo total de preparación: 1 hora, aproximadamente
Ingredientes
- Lo que te sobró del ponche
- Una cucharadita de cardamomo
- Una pieza (o dos) de anís estrella
Procedimiento
- El primer paso depende de cómo es tu ponche; pero en términos generales lo primero que debes hacer es quitar todas las cañas (¡cómetelas!) y colar el ponche para separar las frutas del caldo. Si el caldo está muy espeso, quizá tengas que separar las frutas una por una.
- Después, retira y desecha toda la canela en rama (si es que tiene).
- Si dejaste los tejocotes enteros, tendrás que partirlos y quitarles las semillas. Haz lo mismo con la ciruela pasa (si es que usaste ciruela con hueso) o cualquier otra fruta que tenga semilla grande.
- Cuando ya tengas toda la fruta sin semilla, mézclala con el caldo y muele todo perfectamente hasta que tengas un puré homogéneo.
- Coloca una ollita a fuego lento (¡muy lento!) y vacía el puré de ponche. Agrega el cardamomo y el anís estrella. En este punto puedes agregar cualquier especia que se te antoje o incluso un poquito de extracto de vainilla.
- Ahora sí, deja que el ponche se espese y caramelice a fuego muy lento durante una hora o más. Mueve constantemente. Verás cómo poco a poco tomará textura y consistencia de mermelada. Esto es porque la pectina que está naturalmente en la fruta del ponche (sobre todo en la manzana y el tejocote) actuará junto al azúcar y sus propiedades gelificantes harán la magia.
- Cuando ya tengas la textura deseada, retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente.
- ¡Listo! Disfrútala en pan o hot cakes calientitos.