¿Qué no son lo mismo? ¿Cuáles son las diferencias entre un cuernito, un croissant y una media luna? Estas tres piezas de pan pueden confundirse pero sus métodos de elaboración, así como su sabor y textura son completamente distintos.
Vamos por partes: la ubicación geográfica. El padre de todos estos ejemplos es el croissant que nos regresa al Viejo Continente, específicamente Francia y sus técnicas culinarias clásicas. El cuernito, por otro lado, es originario de Latinoamérica y las medias lunas son unas de las facturas preparadas en Argentina.
Pero no solo se trata de dónde se preparan, porque por supuesto que se puede encontrar un buen croissant en Argentina, por ejemplo. También hablemos de sus historias, de su técnica, de mantequillas, mantecas y laminados. Acá te va una radiografía de cada uno.
A pesar de que pensamos en Francia cada vez que le damos una mordida, esta joya es más bien austriaca y se dice que adquirió su forma después de que, en el siglo XVII, el imperio Austrohúngaro perdió una batalla con Turquía y en conmemoración a eso desarrollaron un pan en forma de media luna, como la bandera del derrotado.
Los galos aportaron algo muy valioso a los croissants que marcó la primera de las diferencias con los cuernitos: la pasta laminada. En esta técnica de panadería, cada capa de masa corresponde a una de mantequilla, de modo que cuando se leva y hornea correctamente, la grasa se derrite y solo queda la masa.
Esto es algo muy similar al hojaldre aunque la mezcla de harina lleva también levadura y por ello, tiempo de fermentación. Sabrás que un croissant lo es cuando distingas las capas y tenga un intenso aroma a mantequilla.
Sí, le debemos mucho de técnica a los franceses pero quienes introdujeron la cultura de comer pan dulce a México fueron los chinos. Tomando un poco del aprendizaje europeo, hicieron una masa que si bien llevaba un elemento graso no estaba laminada y era algo más parecido a la brioche, la masa con la que se preparan las conchas.
Puede prepararse con mantequilla aunque también se vale la manteca vegetal por ser más barata. Notarás el pan más parejito porque la masa no tiene capas.
Si somos muy pragmáticos, podemos decir que las medias lunas son un punto medio entre el cuernito y el croissant pues sus diferencias son muy tenues. Generalmente parten de una masa laminada, como los franceses, pero pueden utilizar otro tipo de grasas además de la mantequilla como la manteca vegetal, así sucede con los cuernitos.
Algunas interpretaciones tienen los cuernos de la luna un poco más largos, de modo que, al hornearse, quedan más crujientes que el cuerpo de la media luna.