El casabe de yuca es un alimento milenario que se consume en Cuba desde la época de los aborígenes. También lo comen en otros países de América Latina, como República Dominicana, Venezuela, Brasil, Perú y Haití.
El casabe es una alternativa al pan, por lo que, en los países donde se consume existe el dicho: “A falta de pan, casabe” Esta especie de pan delgado, circular y muy crujiente no contiene levadura y se elabora a partir de la yuca, un tubérculo muy empleado en la cocina cubana e internacional.
Consérvalo en un lugar seco para que conserve su textura crujiente, puede durar incluso meses.
El casabe de yuca era producido artesanalmente por aborígenes taínos, arahuacos y caribes, era uno de sus principales alimentos, con el que acompañaban casi cualquier cosa.
En la actualidad se sigue consumiendo con frecuencia, en Cuba, por ejemplo, en el mes de junio de cada año, en Camagüey se celebra la fiesta de San Juan Camagüeyano y el casabe es protagonista durante las celebraciones.
Para el casabe tradicional se utilizaba una variedad de yuca amarga que debía ser tratada de la forma correcta para no ingerir el veneno (cianuro) que contiene.
Los aborígenes solían raspar la cáscara de la yuca con pedazos de piedras, madera, espinas grandes o huesos afilados hasta obtener una especie de pulpa que después colgaban en un embudo llamado sabucán para exprimirle todo el líquido venenoso antes de tamizarla y cocinarla.
Muchas localidades indígenas continúan empleando este mismo método y conservan para su cocción una plancha ancestral llamada budare que se coloca sobre un fogón de leña o carbón.
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