¡Atención, amantes del buen whisky! Llegó a México una de las botellas más especiales del año. Se trata de un single malt con una guarda de 26 años -sí, leíste bien- y además, añejado otros dos más en barricas de coñac. Hablamos de Grande Couronne, el nuevo integrante de la familia Glenfiddich.
Como te imaginarás, esta es una de las joyas destiladas del mundo. Tiene unas notas frutales y dulces muy marcadas, resultado de todo el tiempo que reposa en soleras de roble blanco. Gracias a esto, es el digestivo perfecto que mejor tomar solo para disfrutarlo como merece.
¿Quieres conocerlo a fondo y verte inmerso en una experiencia que te enseñe todo lo que debes saber para enamorarte de Grande Couronne? Si vives en la CDMX estás de suerte, pues abrió una tienda pop-up en El Palacio de los Palacios que está lista para recibirte durante todo el mes de junio.
Es un espacio que cuenta con algunas instalaciones interactivas para conocer el origen y la historia de Glenfiddich así que ¡también tendrás la oportunidad de conocer otras etiquetas que vale la pena probar!
Todos los whiskys elaborados por Glenfiddich son un single malt que nos saben a historia, tradición y vanguardia. La casa destiladora, fundada por William Grant en 1887 y ahora liderada por sus nietos, tiene como objetivo principal hacer bebidas artesanales con procesos muy cuidados.
El proceso del Grande Couronne comienza en el campo escocés, donde se cultiva la cebada. Cuando llega a las bodegas de Glenfiddich, se convierte en harina rugosa y se mezcla con agua caliente de manantial Robbie Dhu para hacer el primer ingrediente del whisky: la malta.
Una especie de aspas giratorias elevan la mezcla anterior estimulando el almidón de cebada para convertirlo en azúcares fermentados a los que se añade levadura. La temperatura se eleva mientras la fermentación se consuma y el azúcar se convierte en alcohol.
Una vez que se obtiene un líquido con graduación alcohólica de aproximadamente 9 grados, está listo para la destilación. Este segundo proceso sucede en alambiques de cobre y se repite dos veces hasta que el destilado obtiene una pureza determinada que garantizará la calidad del whisky.
De ahí, lo que queda es esperar. En soleras de roble francés que fueron previamente ahumadas durante 26 años, el whisky descansará para absorber las mejores notas de la madera y el humo y concentrará lo más íntimo de sus sabores dulces. ¿El resultado? Una bebida color marrón que reposará dos años más en barricas de coñac para también absorber esos aromas.
Como verás, el proceso de elaboración de este destilado es muy cuidado y Glenfiddich quiere que descubras la cautela con la que sucede. Por eso, dentro del pop-up store en El Palacio de los Palacios encontrarás diferentes formas de aprender sobre el whisky y tener un acercamiento íntimo con Grande Couronne.
Además de esto, habrán diversas actividades como conciertos de violines cada fin de semana, catas y experiencias inmersivas.
Los horarios de la tienda son de 11 de la mañana a 9 de la noche y estará abierta todos los días del mes de junio. No termines la experiencia sin descubrir los aromas y sabores de todas las etiquetas de whisky que hay disponibles para ti.
¿Con qué vas a acompañar tu siguiente whisky? Aunque nos encantó solito, maridar con postres cremosos o de pan que equilibren el ataque del alcohol es una opción fantástica y los macarrones son una opción que conjuga ambas características. Si prefieres algo más sustancioso, acá también tenemos la receta de los clásicos scones británicos.