Para muchos, el día de la madre es un día de festejo pero poco nos preguntamos sobre su origen. La respuesta no es una sola, en realidad son varios motivos a lo largo de la historia las que conforman esta celebración tal y como la conocemos ahora.
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Viajemos en el tiempo a la época de las cavernas en las que encontramos varios ejemplos de la veneración de la madre en las figuras las rudimentarias que representaban mujeres muy voluminosas, es decir, fertilidad.
Pero la primera celebración del día de la madre de la que se tiene constancia corresponde a la civilización egipcia. En ella, el simbolismo y la mitología se unían para rendir un homenaje a la Gran diosa madre, Isis.
Esta tradición pasó a Grecia a través de Herodoto, quien llegó para buscar información sobre las Guerras Médicas, y que quedó tan inspirado que importó algunos ritos y tradiciones, como la adoración de la Diosa Madre, a su tierra natal.
Fue así que en Grecia se comenzó a rendir homenaje a Rea, la madre de Zeus, Hades y Poseidón, a la que también consideraban diosa de la fertilidad y de la madre tierra. Ese festejo, se llevaba a cabo en el templo de Cibeles, el 15 de marzo y llegaba a durar hasta tres días.
Con la llegada del cristianismo, Europa humaniza la figura de la madre y ésta alcanza otra concepción. De los dioses paganos de Roma, la figura de Cibeles se modifica y cambia a la de la Virgen María y es a ella a la que va dirigida la celebración.
La fecha elegida para esta celebración era el cuarto domingo de la Cuaresma), fecha en la que las personas tenían que acudir a la iglesia donde había sido bautizados y llevar ofrendas y flores, ya que en esa época sólo se bautizaba en las iglesias consagradas a la virgen maría. Así cuando un individuo era bautizado quedaba automáticamente adscrito a esa iglesia y por lo tanto la considerada como su Iglesia Madre.
Más tarde, en 1600 un decreto firmado en la Inglaterra de Isabel I, que decreta ese día para honrar a todas las mujeres que hubieran sido madres. En la época feudal esta fiesta supuso un día libre para todos los trabajadores que aprovechaban para pasar con sus familias. Las madres preparaban dulces típicos y adornaban la casa con flores.
Este tipo de festejos, se extendió por toda Europa hasta llegar a España y de ahí a todos los países conquistados por ellos.
Por otro lado, con la llegada de los primeros colonos Ingleses a Norte América, también llevaron la tradición impuesta por Isabel I, aunque esta celebración fue brevemente interrumpida por los puritanos, cuya filosofía era privarse de cualquier placer mundano, por lo que en la época en que ellos tuvieron el control político, la interpretaban como la festividad de la Madre Iglesia, cuya celebración se limitaba a acudir a la iglesia.
Pero si nos referimos al día de la Madre tal y como lo conocemos hoy, su origen viene de Estados Unidos donde Anna Reeves Jarvis, fue la primera que realizó una reunión para homenajear a su madre, recientemente fallecida, en 1908.
Reeves envió cartas a diferentes organizaciones para que pudiesen dárselas a cada madre y esto dio origen a un día de festejo. Esto se convirtió en una costumbre que en 1914 el presidente Woodrow Wilson convirtió en una celebración oficial.
Pero mucho antes de que llegaran las celebraciones de otras latitudes, diferentes culturas prehispánicas, como la Azteca también honraban la maternidad, a través de la diosa Coyolxauhqui o Tonatzin, madre del dios Huitzilopochtli.
El amor que los Aztecas por su diosa Madre era enorme y le dedicaron distintos rituales y celebraciones, como el ritual que se celebraba en la primavera para honrarla en el cerro del Tepeyac, donde personas de todo el territorio mexicano, peregrinaban como reconocimiento a la madre.
Esa tradición consiguió trascender la época de la conquista y actualmente se honra a la Virgen de Guadalupe, considerada la madre de los mexicanos, cada 12 de diciembre, fecha en la que siguen viniendo peregrinos de todo el país a la Basílica de Guadalupe, enclavada en el cerro del Tepeyac.
En México, el inicio de este festejo se remonta al 13 de abril de 1922, día en que el periodista y fundador del diario Excélsior, Rafael Alducín, lanzó una convocaría nacional para elegir una fecha especial para rendir homenaje a las madres mexicanas.
Y se seleccionó mayo para este festejo, ya que ese es el mes consagrado a la Virgen, mientras que el día 10 fue elegido porque en aquella época en el país se pagaba en decenas y las personas iban a tener suficiente dinero para celebrar a sus madres.
La celebración desde entonces es básicamente la misma. Los niños hacen actuaciones en sus escuelas y preparan regalitos hechos por ellos mismos; más tarde se reúnen las familias alrededor de una mesa llena de delicias para celebrar a las madres de cada casa.
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