Seguramente habrás escuchado que las nueces y almendras son de los alimentos más nutritivos que existen. Entre sus componentes hay proteínas, antioxidantes, ácidos grasos y minerales pero algo que nadie nos dijo es que los frutos secos se deben activar para que tu cuerpo pueda absorberlos.
¡¿Cómo que activarlos?!
Por su composición química, necesitan humedad o calor para potenciar sus propiedades, asegura la maestra en nutrición, Alejandra Sepúlveda. Esto se logra mediante el calor, tostándolos o bien remojándolos en agua durante un cierto periodo de tiempo.
La naturaleza protege a sus orígenes
Nuez de castilla abierta por la mitad. // Foto: Paloma García Castillejos
Con la intención de que algunos árboles o plantas puedan reproducirse, la naturaleza ha adaptado sus semillas para que sean más resistentes a algunas adversidades, como los depredadores.
En el caso de los frutos secos, la mayoría están cubiertos por resinas o materiales muy similares a los troncos que forman sus árboles y esto ayuda, por ejemplo, que si son el alimento de ardillas u otros animales, no puedan ser digeridos y regresen a la tierra para germinar en ella. Este, asevera Sepúlveda, es el mecanismo de defensa del que parte la necesidad de activarlos pues es un primer paso a una correcta digestión también de los humanos.
Este fenómeno no solo sucede en los frutos secos, también con legumbres de piel gruesa como las habas, garbanzos y frijoles que comúnmente se remojan para facilitar su transformación en la cocina.
La llave para una buena nutrición: activar frutos secos
Activar los frutos secos, específicamente las nueces, las vuelve por lo menos 20% más valiosas en términos nutritivos; completa Rocío Mondragón, nutrióloga funcional. Otro de los motivos por los que esto sucede es que se destruyen unas sustancias llamadas antinutrientes que limitan la absorción de los beneficios que aportan al cuerpo humano y causan problemas como indigestión.
La manera más sencilla de hacerlo es sumergirlas en agua durante toda la noche y al día siguiente escurrir y dejar secar una vez más. En caso de que vayan a almacenarse por largos períodos de tiempo, la recomendación es pasar inmediatamente a congelación.
La textura no cambia y el sabor tampoco. De hecho, es una de las maneras en las que se han desarrollado pastas vegetales para la producción de quesos veganos, dice Dorothy Lerch, productora de este tipo de alimentos.
A pesar de que el tostado también incentiva la destrucción de antinutrientes y facilita que los ácidos grasos se digieran más fácilmente, suele ser más común activar frutos secos mediante el agua por ser un método sencillo y que requiere poca atención y menos gasto.
¿Hace daño consumirlas sin activar?
En la mayoría de los casos, no; concluye Sepúlveda. No obstante, es importante echar ojo a la forma en la que se manipulan pues existen variedades -como la nuez de la India- cuya cáscara es tóxica y genera problemas cutáneos y oculares.
De hecho, existen frutos secos que no requieren una activación previa como los pistaches; sin embargo, siempre será mejor echarle la mano al cuerpo para que los digiera mejor.
