Existen un montón de mitos alrededor de la cerveza: si se quema, si se debe tomar muy fría, si es mejor tomarla en vaso, o si el mejor envase es la lata o el vidrio…
Afortunadamente, Guillermo Ysusi, Director General de Cebada Malteada, el mayor distribuidor de cerveza artesanal en Ciudad de México y cervecero certificado por Cicerone, nos aclara estas dudas.
¿La cerveza se quema?: FALSO
La cerveza es muy susceptible al calor y al contacto directo con la luz, lo que acelera su envejecimiento y desarrolla sabores y aromas no deseados, entonces lo ideal siempre es que una cerveza esté refrigerada.
Pero aunque pensamos que normalmente la cerveza se va a quemar si la refrigeramos y luego la sacamos esto no es cierto, una cerveza no se quema, lo que ocasiona el cambio de temperatura son cambios de sabor.
No es lo mismo tener una cerveza a temperatura ambiente por varios meses que tenerla en un lugar un poco más templado, idealmente en refrigeración, para que la cerveza esté lo más fresca posible y conserve sus sabores y aromas.
Para evitarlos, lo principal es que no le dé la luz directa del sol o cualquier fuente de luz ultravioleta, pues en tan solo 15 de 30 minutos va a empezar a tener un aroma que le llamamos azorrillado, porque justamente es un aroma como sulfuroso que recuerda a un zorrillo y llega a ser un poco desagradable para algunas personas.
El otro enemigo de la cerveza es el oxígeno. Siempre va a haber alguna cantidad de oxígeno disuelto en la cerveza y eso va a hacer que naturalmente la envejezca.
Por eso, la cervecerías van a recomendar una fecha de consumo preferente que puede ser de tres meses, lo más habitual es que sea un año, aunque algunos estilos pueden durar más tiempo.
Pero incluso si supera esa fecha no es que te va a hacer daño, esta fecha sólo determina cuando la cervecería considera que la cerveza puede cambiar su sabor.
La cerveza se tiene que tomar helada: FALSO
Generalmente vemos los refrigeradores de las tiendas a menos un grado, pero esto no es bueno para todos los estilos; si vamos a tomar una cerveza que está diseñada para ser fácil de tomar y no para darte realmente aromas y sabores, entre más fría, va a ser más refrescante.
Cuando quieras apreciar aromas y sabores, si la tomas a menos de cuatro grados centígrados, lo único que va a hacer es adormecerte las papilas gustativas; es decir, no va a saber a nada.
Dependiendo del estilo de la cerveza también existen temperaturas recomendadas desde los 4ºC, las más ligeras se toman normalmente entre 4 y 7 grados centígrados.
Las cervezas intermedias van entre unos 8 y 11 grados y las cervezas más pesadas, más complejas con mayor porcentaje de alcohol, pueden ir entre los 11 y 14 grados.
Lo ideal es no intentar tomar la cerveza lo más rápido y fría posible, sino darle tiempo de que vaya tomando un poco más de temperatura para poder apreciar si van cambiando los aromas y los sabores que se perciben.
La cerveza no se debe tomar directo de la botella: VERDADERO
Al igual que cualquier otra bebida, la cerveza en un vaso desprende sus aromas más fácilmente y desprende parte del CO2 que está disuelto, lo que va a hacer que nos resulte un poco menos pesada.
Por eso siempre se recomienda servirla en un vaso o en una copa. Hay distintos tipos, dependiendo del estilo de cerveza, pero un vaso cualquiera es suficiente.
Lo que definitivamente no es bueno es servir en esos vasos escarchados que guardamos en el congelador, ya que pueden absorber aromas de otras cosas que haya ahí, además, si tienen mucha escarcha, esta puede llegar a diluir un poco la cerveza.
¿Qué es mejor, la botella o la lata?
Por mucho tiempo veíamos la cerveza en lata como más barata y de menor calidad, pero cada vez hay más cervecerías enlatando porque uno de los principales enemigos de la cerveza es la luz.
En una botella transparente no vas a bloquear nada de luz y es más probable que te va a generar cambios de sabor y aroma. Por eso es que se dice que la lata es el mejor envase para una cerveza.
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