El simple método de preparación de la cafetera o prensa italiana no ha cambiado en 90 años cuando que se creó este increíble gadget, pero estos consejos harán que le exprimas todavía más cualidades a tu café para que tus mañanas sepan aún mejor.

Tener en casa una cafetera italiana es garantía de un excelente café, ya que el método de preparación, en el que esta pequeña olla geotérmica empuja al agua caliente de la cámara inferior hacia arriba a través del café gracias a la presión del vapor, está diseñado para maximizar su sabor, consistencia y aroma.

El café preparado en una prensa italiana es más intenso que el que puedes conseguir en una cafetera de goteo o una prensa francesa, aquí te damos algunos tips para que, con ella, consigas algo bastante similar a un espresso de máquina.

Cómo conseguir el mejor café con tu cafetera italiana

Aunque podrías pensar que usar una cafetera italiana es difícil, en realidad es bastante sencillo: La clave es buscar un café de molienda fina, similar a la que usarías en una cafetera por goteo.

Lo puedes conseguir en tiendas especializadas de café o bien, si te gusta el café recién molido, con un molinillo de rebabas colocado justo en el borde de la configuración de espresso/goteo.

Lo siguiente es medir con precisión tu café. Para una cafetera de seis tazas, alrededor de 3 y ½ cucharadas serán ideales. Para el agua, llena la cámara inferior hasta el nivel de la válvula, que debe ser de unos 355 gramos.

No aprietes demasiado

Las dos trampas más comunes al hacer café con una italiana son presionar los granos en la olla con demasiada fuerza y ​​​​aumentar demasiado el fuego en la estufa. Mejor empaca el café sin apretar para que el agua pueda pasar a través de él.

Después, ponlo a calentar a fuego bajo y ten cuidado de no dejar que se sobrecaliente (lo que le daría a tu café un sabor amargo y quemado). Apaga el quemador una vez que la mitad de la cámara superior se haya llenado de café.

Sirve de inmediato

Tan pronto como termines de preparar tu café, sírvelo, así evitarás que se cocine demasiado con el calor residual. Revuelve bien, ya que el café más espeso que se extrajo primero se habrá asentado en el fondo. En ese momento, está listo para acompañar tus hot cakes del desayuno.

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