El restaurante Na-Ha tiene en El Santuario Resort & Spa tiene de todo un poco y todo está bien hecho: desde alternativas veganas y vegetarianas con pocos ingredientes, eso sí, siempre locales y de temporada; hasta exhaustivas preparaciones para todos los gustos.
Si te hospedas en El Santuario, tendrás la oportunidad de probar sus diferentes cartas de desayuno, comida y cena, un menú más informal para disfrutar en el área de alberca, además de su vasto y polifacético brunch dominical.
A continuación te contamos un poco de cada uno de ellos.
Jugos recién preparados, fruta fresca y de estación, pan recién horneado y platillos muy mexicanos. ¿Qué más se puede pedir?
Ante la difícil decisión de elegir entre unos huevos en molcajete, un pochado en costra de parmesano o una infladita de maíz, optamos por la tercera opción y no nos arrepentimos.
Es una infladita de masa azul, delgadita y muy crujiente, rellena de huevo pochado, coliflor salteada, granos de elote y frijoles, sobre un caldillo de jitomate especito y un poco picoso.
Mención especial merece su abundante brunch dominical que cuenta con estaciones de platos fuertes, de carnes frías, con quesos artesanales de la región, como grana padano y salmón gravlax curado en casa.
También cuenta con estaciones de ensaladas, de pan hecho en casa, frutas, cereales, postres y bebidas como jugos recién hechos o con su toque de piquete, como mimosas, clamatos y panteras rosas.
Pero lo que más disfrutamos fue la estación con delicias mexicanas: quesadillas con tortillas de masa azul, recién hechas, barbacoa, una birria espectacular que delata las raíces tapatías del chef Alejandro Zuno, esquites y hasta pancita caldosita.
Puedes disfrutarlo todos los domingos, de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde.
Es difícil abandonar tu habitación en El Santuario, ya que todas cuentan con una alberquita climatizada que, junto a la espectacular vista, te hace sentir que flotas sobre la Presa Miguel Alemán. Sin embargo no puedes ir a allí sin tomar el sol en la alberca, que además tiene jacuzzis calientitos.
Esta vez decidimos pedir un ceviche de pulpo a la mexicana, con un toque de chile guajillo, poro frito y salsa de chile guajillo.
También pedimos tapitas varias: de jamón serrano con aceitunas negras, queso crema con salmón, pepino y enebro, y queso de cabra, con pimientos y jitomatitos cherry.
Lo combinamos una copa fresca de delicioso cava y un tazón de frutos rojos locales acompañamos.
Otra vez nos es difícil elegir entre tantas opciones del Restaurante Na-Ha en El Santuario, pero comenzamos con una rica sopa de milpa, con chile poblano, poro, calabacita, maíz blanco, champiñones, cilantro y flor de calabaza locales.
Seguimos con el Pork belly de coliflor, con carne jugosita aderezada con limón amarillo en conserva y chícharo japonés salteado con jengibre.
El postre son unos churros vallesanos, recién hechos acompañados de helado de vainilla, cajeta y leche condesada, para chopear a gusto.
Na-Ha en la noche adquiere un mood aún más sofisticado. Luz de velas y música en vivo los viernes y sábados a partir de las 8:30 de la noche, por parte de Osiris Heyerdahl.
Él también está encargado de los distintos rituales espirituales y de musicoterapia que ofrece El Santuario, como el Ritual de Chocolate.
Comenzamos con unos taquitos veganos, en tortilla de maíz azul casero, puré de berenjena tatemada, pimientos asados, aguacate empanizado, alioli de chile guajillo y xnipeh (cebollas encurtidas estilo yucateco).
Continuamos con la coliflor rostizada sobre quinoa al pesto, con chícharos en aceite de menta y arúgula (nuestro absoluto favorito).
Terminamos con el short rib con salsa de guayaba y tomatillo con chipotle, con papas confitadas y zanahorias rostizadas, jugosito y extremadamente suave.
De postre, un pan nube japonés, acompañado de cremoso helado de pistache y sobre una base de salsa de guayaba, acidita, dulce y deliciosa.
También tienen opciones de cenas románticas sobre pedido, a la orilla de la presa o de la alberca, o casi en cualquier paraje que te encante del hotel.
Para que puedas disfrutar cada una de las atmósferas, experiencias tanto gastronómicas como espirituales y deportivas, quédate un fin de semana en El Santuario Resort & Spa. Regresarás completamente revitalizado, y bien comido, a tu vida habitual.