El restaurante Na-Ha ofrece cocina vallesana y una experiencia gastronómica en Valle de Bravo con el chef Alejandro, quien enseña a sus huéspedes a utilizar los principales ingredientes de la región.
Nos subimos las mangas y comenzamos frente a la alberca de El Santuario y la Presa Miguel Alemán, con sus peñascos y casitas colgantes.
Aguachile de hongos
Foto: Azucena Pacheco
Comenzamos con un aguachile de hongos, que el chef ejecutivo de Na-Ha, Alejandro Zuno, reinventa al sustituir los camarones por hongos de las laderas de los cerros de Valle de Bravo.
Esta zona es rica en hongos, zetas, portobellos y champiñones, gracias a la humedad del deshielo del Nevado de Toluca que se materializa en la cascada y río Velo de Novia que desembocan en la presa.
En esta receta el chef tapatío respeta la receta tradicional de las diferentes playas del Pacífico, y sólo agregamos jugo de limón, pepino, aceite de oliva, sal, pimienta y un chilito serrano.
Pesca del día empapelada con vegetales locales, hoja santa y hoja de plátano
Foto: Azucena Pacheco
En la mesa encontramos vegetales locales como calabacitas pattypan, calabacitas y berenjenas babies, zanahorias, espárragos, chícharos chinos, cebollitas de cambray y unos limones enormes.
Esta riqueza se debe a que el clima de Valle de Bravo no es parejo, ya que en San Agustín, donde se encuentra el Santuario, es cálido, en Avándaro, es frío, y en otras zonas cercanas, tropical.
Gracias a esta variedad de microclimas, es posible encontrar una gran variedad de productos, como excelentes lácteos o los vegetales que utilizamos para la receta del pescado.
En esta ocasión, el pescado también es local: los frutos de la Presa Miguel Alemán y los ríos cercanos, son mojarra, tilapia, charal o carpa y la lobina que cocinamos.
Cocina vallesana en restaurante Na-Ha con productos locales
Foto: Azucena Pacheco
El chef Alejandro Zuno es de Guadalajara y comenzó a trabajar desde muy joven y por trece años en diferentes playas del Pacífico, como Puerto Vallarta, San Pancho, Punta de Mita o Sayulita .
También ha cocinado en Los Cabos, San Miguel de Allende, Argentina y Canadá, y ahora es experto en cocina vallesana en el restaurante Na-Ha.
Su estilo gastronómico tiene un sello global, le gusta cambia de menú y concepto cada cierto tiempo, y usa como base su investigación sobre diferentes gastronomías.
Foto: Azucena Pacheco
Otra de sus características es hacer todo desde cero, por lo que formó parte del movimiento Slow Food por cinco años.
El sello del movimiento se encuentra todavía en su cocina, en la que involucra, por ejemplo, a productores de quesos con leche bronca y los hace copartícipes del platillo que llega a tu mesa.
Un restaurante polifacético ubicado en un hotel muy original
En el interior del hotel El Santuario, en Valle de Bravo, el restaurante Na-Ha se distingue por que en su cocina impera el uso de insumos orgánicos, frescos y de estación, en preparaciones sorprendentes.
Si quieres vivir esta y otras experiencias gastronómicas con el chef Zuno, que es simpatiquísimo y te hace sentir en casa, consulta la sección de eventos en la página web de El Santuario Resort & Spa.
Las actividades van variando mes con mes, por ejemplo, en febrero la actividad de cocina con el chef se va a basar en el romance, en marzo con el inicio de la primavera, y así consecutivamente, en relación a las temporalidades e ingredientes que van mutando a lo largo del año.
Y si quieres conocer otro precioso hotel donde aprender de cocina natural, pasa por aquí.
