No todos los aceites y grasas vegetales son iguales; el aceite de palma está en boca de todos por sus efectos adversos en la salud, la naturaleza y hasta la sociedad.
Cuando hablamos de aceites vegetales, algunos de ellos -como el de oliva o aguacate- son benéficos para la salud, sobre todo si se consumen en frío, mientras que otros producen el efecto contrario. Mucho depende de la forma en la que se extrae ese producto y también por los usos que tiene en la cocina.
Composición y deficiencias del aceite de palma
No todos los productos obtenidos del fruto de la especie Elaeis guineensis, palma africana o aceitera, son iguales. Hay que distinguir entre grasa de palma, aceite de palma y ácido palmítico.
La grasa de palma la encuentras en alimentos procesados y tiene casi un 70% de grasa saturada que, consumida en exceso, es una de las principales causantes de enfermedades cardiovasculares. Es una de las fuentes de las temidas grasas trans.
Esta aumenta los niveles de colesterol malo y su consumo excesivo puede formar trombos en la sangre. Hay científicos que aseguran que incluso puede ocasionar cáncer.
El aceite de palma, por otro lado, es un producto refinado con un 45% de ácido palmítico, que, al refinase, deja de ser una grasa benéfica porque pierde los antioxidantes. Este comúnmente se utiliza para cocinar y freír.
El ácido palmítico está presente en muchos alimentos y su consumo es inocuo, siempre y cuando que no superes los 8 gramos al día, de ser así, también incrementa los niveles de colesterol malo.
Insostenible para la salud humana, la sociedad y el medio ambiente
El aceite de palma es el más utilizado en la industria alimentaria por su bajo costo, maleabilidad; también porque permite alargar la vida útil de los productos, pero su consumo en exceso es nocivo para la salud.
Además, los países donde se fabrica están padeciendo problemas medioambientales, ya que su producción provoca emisiones de gases de efecto invernadero, por la tala y quema de los bosques.
Y, por si fuera poco, la elaboración de este aceite genera injusticia social, ya que para su elaboración se recurre al trabajo forzado infantil y a salarios injustos.
El aceite de palma está bien escondido… aprende a detectarlo
Trata de consumir únicamente productos frescos; si recurres frecuentemente a los alimentos ultra procesados, será necesario que aprendas a leer e interpretar la información nutrimental.
La mayoría de los productos ultra procesados contienen aceite de palma; está presente en las galletas, pan, pastelillos empaquetados, helado, fideos instantáneos y margarina entre muchos otros productos.
Y aunque no es siempre está visible en el etiquetado, especialmente cuando se utilizan sus derivados como colorantes, saborizantes o emulsionantes, si contiene aceite vegetal o grasa vegetal, es casi seguro que sea de palma.
También es bastante probable que cuando encuentres que el 40% de las grasas totales en un producto procesado son grasas saturadas, contenga aceite de palma.
Pero no te preocupes, nosotros te explicamos cómo entender mejor tanto el etiquetado frontal, como los cintillos y la información nutrimental, sólo pasa por aquí.
