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Cuando Soledad Ornelas salió de México hace ocho años, sabía que no volvería en un rato; lo que no se imaginó fue que una crisis sanitaria la separaría más tiempo de lo que imaginó y que esa misma crisis la motivaría a crear una red para conectar miles de migrantes mexicanos que, como ella, se dedicaban al oficio de la cocina.

Dubai es un lugar donde no se encuentran tan fácilmente productos mexicanos; tampoco Uruguay, Argentina, España, Sudáfrica y Marruecos, donde vivió previo a llegar a los Emiratos Árabes Unidos hace dos años. Ingredientes como los tomatillos de milpa, los chiles o los mariscos de su tierra natal, La Paz, BCS, solo quedaban en su memoria.

Pensó en los millares de personas que quizás compartían su frustración y fue entonces que arrancó un proyecto para dar cobijo a migrantes mexicanos que cocinaban en países ajenos, compartir tips y recetas para sentirse como en casa.

Hoy, la comunidad de Cocineros Mexicanos por el Mundo es tan grande que no solo es un espacio de interacción e intercambio de recetas, ahora también es una casa editorial con libros publicados, una guía de proveedores y restaurantes mexicanos auténticos; una aplicación que ubica a distintos proveedores de materias primas en todo el planeta y también una escuela online de gastronomía.

No es solo comida, es identidad, familia, es cada persona. Solo un mexicano sabe lo importante que es la comida para otro mexicano.

Para Soledad, el objetivo es muy claro: hacer equipo con los mexicanos migrantes y darles visibilidad.

Acercar aún en la dificultad

A falta de ingredientes, tuvo la idea de experimentar con lo que tenía a la mano para regresar, aunque fuera en un vistazo de sabores, a su tierra natal. 

Yo no vivo sin mi comida y desde el primer lugar fuera de mi país -que fue Uruguay- me di cuenta de que no había nada para cocinar como en casa. Hice recetas clásicas sustituyendo ingredientes y explorando posibilidades con lo que sí había a la mano. 

El primer logro: una salsa verde sin tomatillos que sí sabía como las tradicionales. Después de eso, la cosa se puso interesante: descubrió los diferentes matices de la paprika, el pimiento morrón, los frutos secos y se aventuró a hacer mole sin tener chiles mexicanos. La cereza del pastel fue una receta de birria que le emocionó tanto como la nacional, por lo que sintió que debía compartirla; fue entonces que abrió el grupo Cocineros Mexicanos por el Mundo en Facebook.

Foto: Animal Gourmet.

Las tres recetas las compartió el mismo día por la noche, y tan solo al siguiente había logrado crear una comunidad de dos mil personas que siguieron sus tips y se afiliaron.

La interacción entre personas dedicadas a la cocina en esta plataforma creó una inquietud más en Soledad: publicar un libro donde compartiera historias y recetas de diferentes perfiles que se las arreglaban para hacer comida mexicana en otros países. 

Y de pronto, llegó la pandemia.

Con ella, el confinamiento, que aseguraba un par de años lejos a quienes viven fuera. La plataforma entonces, se convirtió en un lugar en el que proveedores, cocineros y productores encontraban ideas para sobrellevar el cierre de sus negocios. El libro gestado en la mente de Ornelas se transformó en un proyecto que cuenta historias de lucha de tantos y tantos migrantes mexicanos que sobrevivieron a la pandemia cocinando fuera de casa.

La misma red de personas que ella comenzó a tejer años antes fue la columna vertebral de este proyecto. Surgieron talentos de aquí y de allá: una editora en Irlanda, una diseñadora en España… y de pronto Los de Afuera en Tiempos de COVID-19 se imprimió y divulgó en diferentes formatos.

Foto: Amazon

Para marzo de 2021, la plataforma tenía ya más de 12 mil miembros de todos los rincones de la Tierra. Hoy ya es un punto en común para encontrar proveedores y productores de insumos mexicanos en diferentes países y también un lugar donde se han hecho negocios. 

La Guía, el Taco de Oro y la revista mensual

Cualquier iniciativa que surge en este colectivo puede hacerse realidad; es decir, es un espacio horizontal donde lo que vale son las ganas de hacer cosas.

Con toda la experiencia para imprimir y difundir un libro, el siguiente paso fue crear una revista impresa y digital que ya se distribuye en más de veinte países y se traduce a dos idiomas. Igual que como sucedió la primera vez, este proyecto se gestó, pagó y logró gracias a la unión de talentos entre los mismos miembros de la comunidad. 

Hay una peculiaridad con este proyecto editorial: está construido en su totalidad por mujeres. A México llegó hace un par de meses y su directora, Brenda Vega, trabaja de la mano con las editoras de todos los países para lograr portadas, historias y temas de interés.

Diana Beltrán, la cocinera mexicana que triunfó en Roma y El Vaticano, platica que pertenecer a esta red le abrió un mundo de posibilidades para innovar en sus prácticas diarias como cocinera, además de que se abrió mundo y conoció muchas personas que hoy son valiosas para su trabajo. 

Este tipo de relaciones se fomentan mediante una guía en la cual, cada miembro de la comunidad se registra para formar parte de un directorio. El objetivo de esto, dice Soledad, es centralizar la información lo más posible para brindar visibilidad y apoyo a los mexicanos que lo necesiten.

Foto: Cocineros MX por el mundo

Reconocimiento para todos

A la par de esto, surgió el proyecto El Taco de Oro, el cual reconocerá, de manera anual, a los restaurantes más auténticos y con mejores prácticas con el fin de motivar el esfuerzo de una sana difusión de la cocina mexicana. El premio, otorgado por la embajada de los Emiratos Árabes Unidos, será un viaje todo pagado a Dubai y un trofeo que pretende ser, en palabras de Soledad, el Óscar de la cocina mexicana.

Los proyectos que arrancan

En septiembre se abrió formalmente una escuela online de gastronomía mexicana que imparte cursos de distintas temáticas en cinco idiomas.

Esto se logró en gran medida por las redes que cada cocinero teje en su comunidad. Ellos ponen el conocimiento y siempre suele haber alguien a su alrededor interesado en traducir las clases o aportar algo nuevo.

A la par de esto, en 2022 se pretende lanzar una aplicación de e-commerce enfocada solamente en cocina mexicana, en la que proveedores puedan vender sus productos y tengan contacto directo con los cocineros. De esta manera, si una persona vive en Siberia y necesita un molcajete, por ejemplo, podrá saber dónde conseguirlo lo más cercano a su lugar de residencia sin tener que gastar una fortuna en ello.

En Cocineros Mexicanos por el Mundo el trabajo es inconmensurable y cada vez surgen más ideas y, por ello, más cosas que hacer. La buena noticia es que somos una red tan grande que trabajamos duro por nuestro país aún estando lejos y sabemos la importancia del trabajo en equipo; es por eso que se han logrado tantas cosas.