¿A quién no le han dicho: “tómate rápido ese jugo de naranja porque pierde sus propiedades”? Este es un mito que viene de nuestros abuelos y bisabuelos, muchos de nosotros crecimos creyendo firmemente en él… ¿pero qué crees?
Es falso.
Revisamos varios sitios web buscando alguno que siguiera manteniendo vivo el mito de que el jugo de naranja pierde propiedades si no está recién exprimido y, afortunadamente, no encontramos ninguno.
Sin embargo, esta idea se mantiene firme en las creencias de algunas personas. Pero no te preocupes.
La nutrióloga Nayeli Villanueva Cárdenas, en servicio de alimentación del Hospital de Ortopedia Victorio de la Fuente Narváez, del IMSS, comenta al respecto:
“El jugo de naranja puede permanecer exprimido hasta doce horas sin perder ninguna de sus propiedades, sobre todo la vitamina C, en realidad no pierde ningún valor nutricional”.
“Antes se tenía la creencia de que había un efecto que se llama lixiviación, que hacía que las propiedades del jugo de naranja se perdieran al exponerse a la luz y al oxígeno”.
“Ya está demostrado y confirmado que el jugo de naranja puede estar hasta más de doce horas exprimido y no pierde ninguna de sus propiedades”.
Según Villanueva, lo único que pasa es que, con el paso del tiempo, el jugo de naranja no pierde sus propiedades, sólo puede volverse más amargo, pero sólo trata más de una cuestión organoléptica, de sabor, no tiene nada que ver con el aporte nutricional.
Pero, al mismo tiempo, se cree que esa cuestión organoléptica tal vez fue la que dio lugar a dicho mito.
Sólo en dos: la ya mencionada: tomarlo después de doce horas de haberlo exprimido, (pero dudamos que alguien haga eso).
Y someterlo a condiciones climáticas extremas: como calentarlo a más de 100 grados centígrados.
Es lo que aseveran en algunos sitios, con el fin de aprovechar al máximo todos los nutrientes que tienen las frutas y específicamente no desechar la fibra, que es un elemento importante para la buena digestión de los carbohidratos contenidos en el jugo.
Aunque no lo creas, incluso la piel y esa parte amarga llamada albedo pueden aportar beneficios al cuerpo humano así que, entre menos se desperdicie, mejor para ti.
Así que ahora ya lo sabes: cómete tu naranja, prepárate tu jugo o licúala, como te guste más. Tómalo con calmita, disfrutando cada sorbo o cada bocado, porque sus propiedades no se van a ninguna parte.
Y si ya se te antojó una receta con naranja, pasa por aquí.
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