El humo líquido para cocinar es un aromatizante elaborado con humo de madera condensado. Se usa para añadirle un sabor ahumado a cualquier alimento.
Es una tecnología relativamente fácil de hacer: hay que condensar humo y vapor de astillas de madera quemada que se canalizan por un conducto frío y se condensan en agua, atrapando el humo dentro.
Esta agua ahumada se destila en una forma más concentrada y se filtra para retirar los restos de ceniza y hollín.
Se pueden usar distintos tipos de madera para añadir un sabor sutilmente diferente. La más popular es el nogal, pero también se pueden usar la de manzano, pecana, mezquite, encino o cerezo.
Algunas marcas también añaden sal, azúcar, melaza, vinagre o colorantes artificiales. Es mejor evitar el humo líquido con muchos aditivos, ya que pueden tener un sabor artificial.
Puedes añadir humo líquido a cualquier comida que quieras intensificar con un sabor ahumado, sólo ten en cuenta que en cuanto a este aditivo, menos es más.
Es un ingrediente muy concentrado que sólo necesita una pequeña cantidad. Si usas demasiado puedes acabar sobrecargando la comida y darle un sabor falso.
De hecho, es probable que ya hayas probado humo líquido sin darte cuenta, ya que es un ingrediente habitual en los ahumados o BBQs que compras en los supermercados.
El humo líquido va bien con carnes asadas o guisadas, alitas, estofados, costillas a la BBQ, o hasta pizzas o pastas. Sólo tienes que rociar unas gotas sobre el alimenti antes de cocinarlo .
Puedes usar la misma técnica para la típica parrillada de verduras, con calabacitas, papas, cebollitas de cambray y pimientos.
Puedes agregar ese toquecito ahumado a cualquier salsa, ya sea picante o para elaborar un guisado, añadiendo ¼ de una cucharadita una vez que el resto de los ingredientes están integrados.
El mejor tip con este aliado gastronómico es: agrega un poco, prueba y échale más si hace falta.
Si eres vegetariano, vegano o si estás tratando de eliminar la grasa de tu dieta, puedes agregar humo líquido en lugar de tocino para obtener un sabor ahumado muy parecido.
También puedes preparar tocino vegano, añadiendo rodajas finas de verduras a una sencilla marinada de humo líquido, paprika, salsa de soja y jarabe de arce para asarlas, hornearlas o freírlas.
El humo líquido para cocinar también sirve para darle profundidad y complejidad a dulces y salsas con caramelo, aportando un equilibrio muy interesante entre tanto dulzor.
Incluso lo puedes agregar a tus cocteles para complementar el sabor a barril de madera envejecida de licores oscuros como el brandy, el whiskey o el ron.
No creas que esto es una gran innovación, hace siglos se usan sustancias similares como conservantes. Plinio el Viejo, gran historiador del Imperio Romano, lo menciona en sus escritos como vinagre de madera.
La historia del humo líquido como un aromatizante comercial empezó en el Siglo XIX con E.H. Wright, cuando vio el líquido negro que goteaba del conducto de una estufa y se dio cuenta de que se condensaba con el aire frío.
Wright perfeccionó su humo condensado, cubrió un jamón con él y se lo ofreció a sus amigos, que quedaron convencidos de que se trataba de jamón ahumado.
Este nuevo ingrediente se convirtió en un éxito rápidamente y actualmente Wright’s Liquid Smoke es una de las marcas líderes en Estados Unidos en aromatizantes ahumados.
El humo líquido contiene ciertos agentes químicos que pueden tener efectos carcinogénicos si se consumen en grandes cantidades, pero esto incluye cualquier otro alimento ahumado o asado de forma natural.
Estos agentes químicos pueden hallarse en cualquier alimento quemado, pero paradójicamente, como el humo líquido se filtra para eliminar las cenizas sólidas, es más seguro consumirlo .