En el mar la vida es más sabrosa, y al parecer más sana también. Recientes estudios han comprobado que las almejas, ese delicioso fruto del mar, son un alimento sorprendente por sus grandes cualidades nutritivas.
Acá te explicamos cinco cosas que seguro no sabías acerca de los moluscos bivalvos que aunque han sido vistos como seres aburridos pueden resultar muy divertidos y sorprendentes, al menos en lo que a términos gastronómicos se refiere.
Las almejas son sorprendentemente ricas en hierro. Tan alto es el contenido que los deliciosos bisteces o un buen trozo hígado de res no se le comparan.
Una porción de ocho almejitas pequeñas contiene aproximadamente 25 miligramos de hierro, cantidad mayor a la recomendada por día para la mayoría de los adultos (entre 8 y 18 miligramos).
Las personas que sufren de deficiencia de hierro, las que padecen anemia o algunas mujeres que tienen dificultad almacenando este componente, se les recomienda comer almejas de vez en cuando para mantener sus reservas.
Además, es muy buena fuente de otros minerales tales como el fósforo, el zinc, el potasio, el cobre, el manganeso y el selenio.
Los pescados y mariscos, aunque por lo general son muy recomendados para una dieta balanceada, pueden ser también potencialmente un alimento tóxico o contaminado. La mayoría de las almejas sin embargo, tienen bajos niveles de contaminantes comparadas con otras especies de mariscos o pescados.
La principal causa de contaminación en mariscos se debe a la presencia de toxinas producidas por algas presentes en el plancton que se comen los moluscos.
Las toxinas se concentran durante el proceso de filtración de estos organismos y se acaban por acumular en su aparato digestivo.
Los nutriólogos afirman que el Omega 3 aumenta el tiempo de coagulación de la sangre, contribuye a disminuir la incidencia de enfermedades del corazón, tiene beneficios en el rendimiento cerebral y bueno, hasta ayuda a evitar la depresión.
Las almejas contienen alrededor de 150 miligramos de ácidos grasos Omega 3 por cada 100 gramos; los estudios han demostrado que de 250 a 500 miligramos por día pueden ser útiles en el cuidado de la salud del corazón. Así que no olvidemos tener una buena porción de almejas en la cocina, al menos un par de veces al mes.
Las almejas califican como una fuente de proteína magra importante ya que en una porción de 80 gramos podemos encontrar 20 gramos de proteína y menos de dos gramos de grasa.
Además, contienen significativamente más vitaminas y minerales que el pollo así que valdrá la pena pensar dos veces, ¿caldito de pollo o una buena sopa de almejas?
Las almejas contienen cantidades razonables de colesterol. Los mariscos son un producto permitido para quienes tienen alto el colesterol ya que tienen bajo contenido de grasa y de grasa saturada.