¿Se te antoja una buena cocina italiana? Ven a Rossopomodoro… ¿también traes ganas del saborcito ahumando de un asado al carbón? También aquí saciarás ese peculiar antojo.
Este nuevo restaurante italiano en el corazón de la Roma Norte ofrece desde las clásicas pizzas (aunque con un estilo particular) hasta cortes de carne traídos del mero norte pero con reminiscencias de cocina italiana.
Como en Italia, hay que comenzar con un buen antipasto. En este caso se nos antojó el cavolfiore alla griglia, una coliflor rostizada al carbón cuya textura crocante va coronada con un rico pesto casero y queso parmesano.
Seguimos con un Carpaccio di manzo, de filete de res con alioli de trufa negra, que se deshace en la boca y deja en ella ese sabor ahumadito omnipresente en este lugar, coronado con queso parmesano, arúgula y un poco de aceite de oliva.
Como segundo plato, nada mejor que una buena pasta. En ellas también se nota el toque diferente en términos de cocción de la proteína.
La lasagne della nonna, elaborada con brisket (pecho de ternera) ahumado entre 10 y 12 horas en el asador -lo que da una carne más jugosa y con una consistencia suave y sedosa- es el platillo estrella.
También probamos el rigatoni al ragú de short rib (costilla) que se cocina 18 horas en el horno de piedra. Con estos jugos y jitomate, preparan un ragú de sabor intenso, parecido a un barbecue.
Por cierto, algunas de sus pastas y todos sus panes son elaborados allí.
Y no se puede venir a Rossopomodoro sin pedir una pizza. En este caso, las bases pueden ser de jitomate, como las que todos conocemos, o con base blanca, de queso mascarpone.
Nosotros pedimos la pizza Rossopomodoro con salchicha italiana, pimiento, cebolla caramelizada, aceitunas negras y queso provolone.
Y de postre, el clásico Tiramisú que te roba el corazón desde la primera cucharada. La receta es la clásica: queso mascarpone con yemas de huevo y capas de soletas inundadas en café espresso.
La carta es pequeña pero tiene un poquito de todo. Pero no te espantes, hay también alternativas para los veganos.
El concepto de carbone cucina surge de Jorge Reynoso, chef que seguramente conoces de proyectos como Licántropo e In Pietra, en la Nápoles.
Él creció saboreando las delicias de su abuela, italiana de nacimiento, y de su abuelo, que era de Coahuila. Los recuerdos de esas sabrosas tardes familiares fueron los que, lo empujaron a interesarse por la cocina, y en especial, por la gastronomía italiana.
Esta cocina de horneados lentos, estofados y ragús. “No es tan descabellado, porque la cocina italiana y la mexicana comparten ingredientes como el jitomate, la cebolla y el ajo, van de la mano”.
El auténtico sabor italiano lo consiguen importando la mayor parte de sus insumos desde la península en forma de bota.
Cuentan con una pequeña carta de vinos italianos y mexicans. Si se te antoja un trago, el Apperol Spritz y el Negroni son las estrella del lugar, aunque si quieres algo más novedoso, te puedes decidir por una mezcalina de jamaica o de tamarindo o un gin de frutos rojos.
Rossopomodoro tiene un local amplio y muy abierto, por si sigues con la angustia por la pandemia, y numerosas mesitas en la terraza en las que generalmente encontrarás lugar sin problema.
Y si quieres saber más sobre la historia de la lasaña y cuatro recetas deliciosa, pásale por aquí.
Dirección: Zacatecas #139 col. Roma Norte
Reservaciones: 5518000174