En salsa verde o a la vinagreta, cocinar manitas de puerco es un augurio de una comida deliciosa que seguro te dejará con antojo de más. ¿Cómo dejarlas suavecitas y llenas de sabor? Aquí te contamos todos sus secretos.
Uno de los motivos por los que amamos este corte es porque además de ser rico es muy accesible. La carnita, aunque es poca, está pegadita al hueso y eso le da muchísimo sabor. Eso sí, calcula por lo menos dos piezas por persona para quedar satisfecho.
Lo primero que debes hacer es lavar muy bien para que no queden restos de tierra ni pelitos en las piezas. Hazlo con agua abundante y una esponja.
Gran parte de lo comestible en este corte es piel, lo cual también augura un plato muy sabroso, aunque necesitarás mucha paciencia. Tarda mucho en quedar suavecito así que prepara una cacerola con suficiente agua, sal de grano y hojitas de laurel.
Cocínalas durante una hora en una olla convencional o treinta minutos si es olla express. La forma más eficiente para saber si están listas o no es tratar de desprender un pedacito. ¿Salió fácil? ¡Hora de sacarlas!
Paso número dos: encontrarles buena compañía. Una buena idea es hacer una salsa verde –como la que te enseñamos a preparar por acá– y agregar papas cambray, habas, calabacitas o ejotes.
En este caso, prepara el caldillo de tomate con chilito y sus guarniciones aromáticas; déjalo lo suficientemente líquido como para que el cerdo pase por una segunda cocción, se espese y al mismo tiempo absorba los sabores de la salsa.
Otra mejor opción es prepararlas a la vinagreta, aquí te va la receta con lujo de detalle:
Tip Animal: entre más tiempo pasen en el escabeche, más sabrosas serán así que te recomendamos hacer esta receta con un día de anticipación.