Hace 50 años no había tantos tipos de agua como ahora, solo se hablaba de que fuera potable o no. Hoy nos enfrentamos a un montón de variedades que prometen mineralización, hidratación, salud e incluso una que otra mentirilla mercadológica.

¿Existen verdaderas diferencias entre el agua alcalina y clorada? ¿Qué hay de esos filtros con iones que prometen buena salud? ¿Cuál es el problema con beber del grifo?

Los mitos del agua

Lo más importante que debes saber es que aunque el 70% de la Tierra está cubierta de agua, solo el 0.025% es apta para consumo humano. Ojo con este dato pues apta para consumo humano no es lo mismo que potable: la mayoría necesita ser filtrada y tratada para asegurar que no hará daño aunque hay sitios privilegiados -como los manantiales de Zitácuaro que abastecen al sistema Cutzamala que surte a toda la CDMX- donde sí se puede beber directo de la fuente.

Otra cosa que debes saber: el agua de la llave sí es potable. El problema es que en algunas ciudades -como la CDMX- el mantenimiento de las tuberías es precario, por lo que no se puede asegurar que no te vas a enfermar si te la tomas sin antes clorarla o hervirla. Si eres de estómago delicado o vives en una zona muy poblada, mejor sí purifícala antes de beber.

El agua potable suele tener un pH de 7, lo cual indica que es neutral ante el sistema digestivo; o sea, no daña ni beneficia en términos de salud, solo hidrata.

Hace no mucho vimos a un influencer haciendo oso pues promovía una marca de agua y desinformaba sobre la calidad del agua purificada con un argumento sacado de contexto de la Organización Mundial de la Salud. Algo que debes saber es que el agua, si ya es potable, no es mala para el cuerpo, nunca.

A la par, han surgido toda clase de filtros que nos facilitan la vida y además ayudan a olvidarnos de las torceduras a la hora de cargar el garrafón. Y esto viene a colación porque el agua, aunque es un derecho humano, es algo a lo que no todos tienen acceso y como todo lo valioso en este mundo, cuando escasea comienza a ser más valioso y codiciado, por lo tanto, también nos vemos frente a posibles estafas.

Sí hay diferencias entre unas y otras

Todos los tipos de agua potable hidratan el cuerpo y no, ninguna cumple mejor con esa función ante otras opciones. Para elegir una que vaya mejor con tu estilo de vida, mejor verifica cómo fue tratada y qué onda con sus minerales. Ahí te va un acordeón:

Agua cruda

Se le llama así a aquella que no ha recibido ningún tratamiento más que la filtración natural de su entorno. Se encuentra en manantiales de agua dulce, lagunas, ríos y pozos. Sí se puede beber aunque nunca sabes: está en medio de la naturaleza así que no estás exento de beberte bacterias y materia orgánica.

De manantial

Esta variedad brota de los mantos freáticos en la superficie de la tierra y se capta para solo filtrarse y mantener todos los minerales con los que se extrajo. Si te pones exquisito, notarás que esta agua tiene notas un poquito más salinas que las demás.

Purificada

En términos de seguridad, esta variedad es la que cumple con los estándares más altos pues el agua se filtra y trata de tal suerte que no hay espacio para patógenos, bacterias o químicos tóxicos. En muchos casos, ese proceso también incluye la destilación para eliminar las sales y metales pesados además de que se le agrega una cantidad mínima de cloro.

Clorada

Agregar cloro al agua es una práctica común para asegurar su inocuidad pero ojo: se debe hacer en la proporción adecuada para que no salga peor el remedio que la enfermedad. Nunca pases de dos gotas por litro si vas a clorar en casa.

Ionizada

Cuando el agua se purifica pasa por un proceso de desionización que asegura que es libre de metales pesados. Sin embargo, muchos de los minerales que el cuerpo necesita también se van en este proceso. Ionizarla de nuevo regresa estas propiedades y además sube el pH y la vuelve alcalina.

Alcalina

El agua potable suele tener un pH de 7, lo cual indica que es neutra, o sea, no daña ni beneficia. Cuando es alcalina alcanza hasta los 9 puntos y es una gran opción para regular la acidez en tu cuerpo.

¿Cuál de todos los tipos de agua te conviene más?