El horno microondas no goza de buena reputación. “Me calenté algo en el microondas” se traduce casi en “no me molesté en preparar comida sana”.
Sin embargo, muchos resaltan los beneficios de usar este electrodoméstico, empezando por la Asociación de Tecnologías de Microondas (MTA, por sus siglas en inglés), que representa a muchos de los grandes fabricantes.
“Cuando se recalientan porciones pequeñas de comida (hasta para cuatro personas), el horno microondas usa hasta 14 veces menos energía que un horno convencional de gas y hasta siete veces menos energía que uno eléctrico”, señala un portavoz.
“Puedes cocinar cinco verduras distintas, suficiente para dos o tres personas, en un plato cubierto durante cinco minutos en el horno microondas (900 vatios) y ahorrar en electricidad, en comparación con hervirlas en una olla sobre la estufa”.
Pero más sorprendente quizás es que una organización benéfica dedicada a desarrollar habilidades en la cocina entre los niños, la británica Children’s Fund Trust (CFT), saque la cara por la comida preparada en microondas.
Sin embargo, las recetas del CFT distan mucho de los alimentos procesados que se encuentran en el supermercado.
Al igual que los platos que comúnmente se cocinan en microondas, como verduras hervidas, pescado cocido y papas asadas, sugieren preparar espagueti a la boloñesa, tortilla, estofado de pollo y risotto.
Pero, ¿se puede hacer todo desde el principio en un horno microondas?
Los hornos microondas funcionan al producir ondas electromagnéticas a través de un magnetrón dentro del horno. Estas ondas crean fricción en las moléculas del agua en la comida, haciendo que se calienten.
Las moléculas vibran y producen calor y, a través de la conducción, lo transfieren. El mismo proceso, pero más rápido, que el del horno convencional.
Así como los obvios beneficios de la velocidad, el ahorro de energía y en lavado de platos, este método de cocina puede retener más nutrientes en la comida.
El chef y director de la CFT, Rob Rees, indica que las verduras preparadas en microondas se “hierven ligeramente y se cocinan muy rápido”.
“Conservan su color y textura. El proceso es más rápido; no se hierve durante horas interminables”.
“Además, se usa la cantidad correcta de líquido en proporción con los vegetales y ese líquido puede ser realmente bueno para la salsa boloñesa”.
Sin embargo, muchos cocineros y críticos gastronómicos no están de acuerdo con la idea de cocinar en microondas.
“Nos hemos hecho tan veloces que pensamos que si es rápido, debe ser bueno”, le dice a la BBC la crítica de comida Fran Warde
Cuando remodeló su casa, tuvo que vivir de comida preparada en microondas durante un año, pero echaba de menos el crujir que se logra al cocinar con un horno convencional.
“La comida era aguada. Los pasteles eran aguados. Si calentabas sopas, salían burbujas irregulares”.
Warde tiene dos hijos y los anima a cocinar usando la parrilla y sartenes.
“Creo que da mejores resultados. Puede que demoren un poco más, pero es bueno ir más despacio en la vida, tomarla con calma y apreciar que vas a comer algo, en lugar de querer comer en dos minutos”.
El presidente del Gremio de Críticos Gastronómicos, Richard Ehrlich, por su parte, confiesa que usa su microondas casi todos los días de la semana.
“Mucha gente que se opone a la cocina en microondas es de mente cerrada. No lo han intentado y no lo considerarían, lo cual no es un buen enfoque para cocinar, ni para nada”.
Lo convenció un libro publicado en 1987, “The Microwave Gourmet” de Barbara Kafka, que dice es “uno de los mejores libros de cocina jamás escritos”.
Explica qué platos son mejores cuando se preparan en microondas y por qué.
Ehrlich evita algunas de las recetas más elaboradas del libro y tiende a no preparar comidas completas, sino algunos elementos de un plato.
“Las únicas verduras congeladas que uso con regularidad son espinacas, que quedan buenísimas en microondas”.
“Para empezar, prepare algún condimento, generalmente ajo, luego agregue la espinaca y cocínela en intervalos de dos minutos a media potencia, revolviéndolo para nivelarlo”.
Otro favorito es la carbonara. La base de la salsa, el tocino y las cebollas, se cocinan en un tazón en microondas.
“Me parece una manera relajante de cocinar. No necesitas preocuparte por el tiempo”, explica Ehrlich.
“Se adapta bien al ajetreo y el bullicio de la vida familiar”.
Fuente: Let’s Get Cooking
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