Este viernes 12 de febrero la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció el cambio de semáforo a naranja. Con esto hay nuevas medidas para los restaurantes de la CDMX, no olvides que lo importante es no bajar la guardia.
La reducción de la ocupación hospitalaria, -después de rozar el 90% durante varias semanas- fue una de las razones por las que el gobierno de la CDMX decidió cambiar el color del semáforo.
¡Y hay buenas noticias! La situación con los restauranteros también cambia. A partir de este lunes 15 de febrero podrán cerrar hasta las 10 de la noche. Recordemos que con el programa Activar sin Arriesgar el cierre se dictó a las 6 pm; posteriormente y después de más “cacerolazos” llegaron al acuerdo de un cierre extendido a las 9 pm.
Pero eso cambia con el nuevo color y ahora se podrá ampliar el horario.
Otra gran noticia para los restauranteros es que en las mesas que antes solo estaban permitidas un máximo de 4 personas, también se amplía y podrán encontrarse 5 sin temor a una sanción.
La medida que prevalece es la del servicio solo en terrazas. Esto se debe a que en los espacios abiertos hay menos probabilidades de contagio a diferencia de los espacios cerrados.
A pesar del cambio de nuevo a semáforo naranja hay actividades que seguirán sin abrir y son hermanas del sector restaurantero; estos son los antros, bares y cantinas.
El Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (INVEA) por parte de sus oficinas centrales y también de cada alcaldía continúan con la verificación de que las normas dictadas por el gobierno de la ciudad se cumplan.
Esto significa que aquellos que incumplan serán acreedores a un apercibimiento y posteriormente a la suspensión de actividades con todo lo que esto implica.
Durante el 2020 la mayor cantidad de apercibimientos y suspensiones fue por parte de este giro en donde se observó que no se seguían las indicaciones, por ejemplo, los horarios, el aforo y la sana distancia.
A pesar de que los contagios y hospitalizaciones van en una tendencia a la baja es importante no bajar la guardia. De esta forma todos somos beneficiados ya que podemos asistir a nuestros lugares favoritos a comer, los restaurantes pueden estar abiertos y la economía comienza a recuperarse.