Este es un platillo que pareciera complicado pero realmente es uno de los más fáciles de hacer. Toma máximo media hora y el sabor es diferente y muy rico. El salmón combina muy bien con esta vinagreta y ni hablar de lo sano que es comer de vez en cuando este pescado de aguas frías.
El mejor consejo para cocinar salmón es cocerlo muy poquito tiempo para que siga jugoso y fresco, si lo dejamos más tiempo de lo debido se seca y pierde el encanto de un pescado graso.
En una charola para hornear (resulta muy cómodo hacerlo en el hornito pequeño) colocar papel aluminio y un poco de aceite de oliva. Poner a hornear en ella los brócolis con un poco de sal, tapando con otro tanto de papel aluminio, a 200 grados por 15 minutos o hasta que estén doraditos, cuidando darle la vuelta para que se doren por ambos lados.
Mientras tanto hacemos la vinagreta. En un bowl mezclar el vinagre de arroz, las alcaparras y las rodajas de chiles con un poquito de sal. Con un tenedor, aplastar un poco las alcaparras para que se desbaraten y suelten sabor.
Sacar el brócoli cuando esté listo y sobre la misma charola rostizar el salmón con un poco de aceite de oliva y sal, unos 5 minutos al hornito. Entre más crudo es más rico.
Cuando se sirva, se adereza con la vinagreta y va muy bien acompañado ya sea con arroz salvaje o con arroz integral.