Esta receta la probamos en un mercado magrebí hace algunos años y se volvió favorita para días frescos y un postre fantástico para después de una comida opípara.
Si bien las naranjas son deliciosas por sí solas, lo que se busca es destacar los aromas y sabores de la fruta con el toque de flores y especias que el azahar le otorga para resultar en una preparación muy aromática y fresca.
Después de peladas y rebanadas las naranjas, se colocan sobre un plato y se rocían con un par de cucharadas de agua de azahar. Después se espolvorean con canela y azúcar al gusto. Se decoran con menta y se sirven.
*El agua de azahar se elabora a partir de flores de naranja. Es muy utilizada en Medio Oriente y particularmente útil en panadería y pastelería. Idealmente se prepara con agua destilada y flores de naranjo frescas, en una botella para que se aromaticen aunque puede comprarse ya elaborada artesanalmente.