Una especie de tortilla de harina que esponja pero definitivamente es más fácil que una receta de pan, así es la pita.
Originaria de Medio Oriente y muy famosa en el mundo entero, esta pieza se prepara con harina, levadura, agua, sal, azúcar y aceite de oliva.
Es una variedad de pan plana que se infla en el horno y generalmente se abre para poner en su interior los más deliciosos ingredientes. Como tiene aceite en la receta, el resultado es esponjoso, húmedo y perfecto para cualquier cosa.
Si alguna vez en tu vida has hecho pan, sabrás que, aunque es una actividad maravillosa pues está científicamente probado que ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad es además, un proyecto que permite ver con nuestros ojos la naturaleza y entender la vida.
Pero dejándonos de romanticismos, también hay que decir que se necesitan tiempo y paciencia para vivir sus beneficios; que la levadura haga lo suyo, los ingredientes se integren y haya un resultado que llene de aromas nuestra casa y de alegría nuestro estómago no es algo que pueda resolverse en una hora.
Con el pan pita todo esto sucede pero con una ventaja: el proceso es más rápido, por lo que el disfrute también sucede pronto.
Un tip importante que hay que tomar en cuenta a la hora de prepararlo: el tiempo que pasa en el horno es crucial para que el resultado sea bueno. Por ser un pan delgado, deberá pasar solo lo necesario para que no se haga crujiente. ¿Nuestro número mágico? 10 minutos.
Si te quieres ir a la segura, puedes cocerlos en un comal o plancha y dejarlos aproximadamente 5 minutos por lado para que queden bien cocidos.
Amamos la pizza napolitana. Y qué decir de esas versiones maravillosas que podemos preparar en casa. Cuando hay poco tiempo para dejar que la masa fermente lo suficiente, esta opción es buenísima así que ponte el mandil y hagamos magia.
Para el pan pita (aproximadamente 15 porciones de bocadillos de pizza)
Para los bocadillos
Hacer el pan árabe
Formar los bocadillos