Hay muchísimas formas de sacarle partido a esas galletas de chocolate en forma de sándwich pero definitivamente la carlota es de las mejores.
Y es que imagínate: una rebanada perfecta que entre sus capas tiene sabores a café, chocolate y vainilla en un equilibrio perfecto y que además es fácil de hacer; sin duda esta es una de nuestras recetas consentidas y ya rogamos por que quede listo para probarlo.
Unos tips para la carlota ideal
La verdad, no hay gran ciencia en este postre pero siempre podemos ayudarte a que quede más bonito y rico.
- La carlota será un éxito -y además, más fácil de partir- si hidratas las galletas. Nosotros elegimos el café porque combina perfecto con los sabores.
- Cuando montes la crema asegúrate de que esté muy fría, así evitarás que se corte. Sabes que está lista cuando volteas el refractario y no se cae. En ese momento ¡Para! Si continúas batiendo tendrás mantequilla.
- Te recomendamos que no agregues mucha azúcar porque si te pasas es muy probable que quede demasiado empalagoso.
- Deja enfriar el tiempo suficiente. Aunque la crema estará firme porque le agregaremos grenetina, no queremos pasteles deshechos a la hora de servir.
- ¡Guarda un poco de todo para decorar!
Ingredientes
Para la base
- Una barra de mantequilla
- Un tubo de galletas de chocolate
Para el relleno
- Medio litro de crema para batir
- 1 cucharadita de azúcar
- El relleno sobrante de las galletas de la base
- 1/4 de taza de agua
- 1 cucharadita de grenetina sin sabor
- 2 tubos de galletas de chocolate
- 2 tazas de café
Procedimiento
- Hacer la base: separar las galletas y quitar el relleno. Reservar.
- Licuar las galletas hasta hacer polvo.
- Derretir la mantequilla e integrar al polvo de galletas.
- Expandir en un molde desmontable y hornear por 10 minutos a 180°C.
- Hacer el relleno: montar la crema con el azúcar hasta que doble su tamaño y haga picos.
- Hidratar la grenetina en el agua y calentar durante 30 segundos en el microondas o a baño maría hasta que quede completamente líquida.
- Integrar la grenetina en la crema sin dejar de batir.
- Montar el postre: sobre la base, poner una capa delgada de crema batida y cubrir toda la superficie. En las paredes
- Mojar las galletas una por una y primero cubrir las paredes. Después, cubrir la crema. Hacer capas hasta llenar el molde.
- Refrigerar o congelar hasta que esté firme.
- Para la decoración: utilizar un poco de la crema que sobró y meter a una duya. Colocar sobre el pastel y encima, terminar con una galleta.