El día de hoy en el periódico Excélsior se publicó un comunicado firmado por un colectivo de restauranteros donde piden a las autoridades de la CDMX y el Estado de México reanudar sus actividades.
El motivo, argumentan, es que la situación ahora es muy distinta que antes (cuando comenzó la pandemia). Hoy los restaurantes ya se terminaron sus ahorros porque incluso, éstos fueron utilizados para adecuarlos con las medidas sanitarias y de protección para los colaboradores, proveedores y clientes.
En el comunicado firmado por más de quinientos restaurantes de la CDMX y el Estado de México; las portavoces afirman que son parte de las actividades esenciales de la economía en el país y que a pesar de esto han cerrado alrededor de 13,500 establecimientos.
También se menciona el estatus económico de todos: los ahorros ya no existen, los acreedores ya no otorgan periodos de gracia para los pagos y los costos fijos siguen corriendo.
Otro tema que tocan en el comunicado tiene que ver con lo que ellos asumen como un castigo a las empresas formales a costa de la falta de control de otras actividades. Con esto, se solicita al gobierno igualdad de condiciones ante los vendedores informales de alimentos.
Uno de los motivos por los que la industria restaurantera hace hincapié a las autoridades para regresar a sus labores es porque la crisis sanitaria aún estará presente durante un tiempo amplio a pesar de las vacunas y el retorno a la normalidad se ve lejano.
Es una muerte lenta y dolorosa porque implica perder el patrimonio de miles de personas y por consiguiente la seguridad de ingresos de millones de familias.
Entre los más de 500 firmantes del comunicado están Raúl Ramírez Degollado de Restaurantes El Bajío; Edgar Núñez Magaña de Sud 777, Manolo Ablanedo de Grupo Fisher’s; José Manuel Delgado de Grupo Potzolcalli y Eduardo Sánchez del restaurante Matisse.