Ya llegó el invitado de honor de la cena navideña. Se trata de un pavo horneado con jugo de naranja y por supuesto, relleno de puras delicias.

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Un pavo perfecto para el tiempo navideño

Córrele por un un pavo crudo. Calcula que si pesa 5 kilos podrán comer seis personas sin ningún problema e incluso tener suficiente para el recalentado. Nosotros elegimos el de meatme porque queda jugoso y perfecto con esta receta.

Para la marinada:

• Cinco litros de agua
• 1 taza y media de sal de grano
• 1 taza y un cuarto de azúcar mascabado
• 3 limones cortados en cuartos
• 4 naranjas cortadas en cuartos
• 5 ajos aplastados
• Pimienta negra
• Romero, laurel, tomillo

Para barnizar:

• 2 barras y media de mantequilla
• Romero
• 1 taza de jugo de naranja
• ½  taza de vino blanco
• ½  cebolla cortada en gajos
• 5 ajos aplastados
• Sal de grano
• Pimienta negra

Esta mezcla puede convertirse en un gran gravy si agregas una cucharada de fécula de maíz.

Tips útiles para arrancar con la receta

Lo más importante que debes saber al decidir hacer el pavo navideño es que tienes que tomar tiempo antes de ponerte manos a la obra. Generalmente vienen congelados, así que calcula dos días para que se descongele lentamente y no se desjugue.

La mayoría de las casas suelen inyectar al pavo pero con esa receta esto no es necesario. Lo que sí debes hacer es una marinada -o especie de salmuera- en la que se debe dejar reposar por lo menos doce horas y así quedará jugosito y delicioso.

Barniza con mantequilla preparada toda la carne por debajo de la piel y también encima para que tome un color dorado apetitoso y crujiente.

El tiempo de cocción depende de la temperatura del horno. Nosotros te recomendamos hacerlo a 170°C; con esto tardarás de 30 a 45 minutos por kilo de pavo. Cuando esté a menos de 150°C calcula una hora.

Para que tome un bronceado digno de un concurso de belleza, debes hornear tapado con aluminio la mayor parte del tiempo. Destapa la última hora y deja que el fuego haga lo suyo.

Un gran tip que nadie te dice después de hornear es que vale la pena reposar unos treinta minutos aquel pavo aromático y maravilloso. Eso concentrará los jugos en su lugar y te dará una textura increíble.

Los juguitos que queden en la pavera pueden aprovecharse si los pones a hervir en una olla con un poco de fécula de maíz. ¡Voilà! ¡Tienes un gravy lleno de sabor!

¡Felices fiestas!

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