Tenemos antojo de un postre que nos sepa a chocolate y que sea reconfortante para estos días fríos. Con ustedes, ¡un delicioso tronco navideño con crema de avellanas!
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La receta tiene muchos nombres, unos le dicen brazo de gitano, otros más niño envuelto. La realidad es que las variaciones son mínimas y puedes jugar con tu imaginación para hacer el postre perfecto.
En Navidad lo disfrazamos de tronco y aprovechamos el color y maravilloso sabor de la crema de avellanas para hacer un relleno que acompañe bien al ponche y sea el cierre de una cena inolvidable.
Para el bizcocho:
Para el relleno
¡Ya huele a postre!
Lo primero que debes saber es que el bizcocho no debe pasar más tiempo del establecido en el horno pues se endurecerá y no podrás rellenarlo bonito, como nos gusta.
Cuando esté listo, asegúrate de despegarlo de la charola y cubrir con un trapo húmedo, el cual lo mantendrá elástico por más tiempo.
Para el relleno es importante tener la crema montada al doble de su tamaño antes de agregar la crema de avellanas y la grenetina. Sabes que el momento de integrar llegó cuando haga picos firmes.
El frío será tu mejor amigo en esta receta. Cuando quede listo tu tronco navideño, deberás refrigerar o congelar por lo menos una hora para que no se deshaga al cortarlo.
Como el antojo entra por los ojos, decora con frutos rojos que contrasten con el color marrón del postre.