Abundancia es una de las palabras que podrían definir bien a la hora del brunch en el Live Aqua, ese espacio entre el desayuno y la comida donde se vale comer unos huevos revueltos pero también entrarle a un corte de carne para quedar más que satisfecho.
Es el paraíso de los glotones y sibaritas, el momento donde, con una mimosa en mano, recibimos la nueva semana y disfrutamos del final de la que ya pasó.
Muchas cosas han sucedido desde que comenzó la crisis sanitaria y la imaginación ha llegado a las mejores mentes gastronómicas. También a la hora del brunch un momento de renovarse o morir; de servir comida o dejar de hacerlo.
Antes, la abundancia de la hora del brunch se notaba desde la entrada a un restaurante: mesas que parecían infinitas llenas de comida para elegir; barras de live cooking, chefs sorteando al fuego con sus sartenes a la vista de todos preparando huevos, quesadillas y hasta pastas o carnes.
Hoy el modelo cambió y un gran ejemplo se puede ver en el Hotel Live Aqua de la Ciudad de México. Hubo una transformación de fondo donde la abundancia sigue siendo el común denominador y aunque no se ve ni se antoja por una barra de buffet, la cocina abierta y las medidas cuidadosas de higiene invitan a experimentar.
La carta es poco convencional y aquí no hay reglas. No hay huevos, waffles ni muchos elementos del desayuno; más bien, es un lugar para comer temprano y quedarse a disfrutar de los platos que prepararon el chef Efraín y todo su equipo de cocina.
Es un plan ideal para una escapada de fin de semana. Desde las 12 del día están abiertas las puertas y puedes probar cualquier cosa del menú hasta las cinco de la tarde. Arranca con la barra fría y deja que poco a poco el calor entre a tu cuerpo con todas las especialidades.
¿Qué se te antoja para ese domingo fantástico que estás planeando? La primera recomendación, ante todo es llegar con hambre. Una copa de mimosa estará esperando para que, como todo buen brunch, arranque con el pie derecho.
Burbujas y conchas se llevan excelente así que no te pierdas las ostras rasuradas. Llegan seis de entrada pero ¡puedes pedir las que quieras! Si te quedas con ganas de algo acidito también están los ceviches y un coctel de camarón estilo Acapulco.
Para ir entrando en calor y sentirse muy consentido, nada mejor que el pulpo a las brasas o la cola de langosta a la mantequilla. Aunque la porción de este último plato es pequeña, recuerda que puedes pedirlo una y otra vez, el precio será el mismo.
Al equipo de cocina del Live Aqua no se le va nada. Hay opciones para todos los gustos, desde un maravilloso pollo al horno hasta cosas mucho más sofisticadas como la fideuá con tinta de calamar, una preparación muy similar a la paella negra.
Todo se integra perfectamente bien a la hora de acomodarlo en la mesa y el verdadero problema será comérselo todo.
Para acompañar los maravillosos arroces también hay cortes de carne y una barra de especialidades mexicanas que, aunque no maridan del todo, completan el cuadro de un menú muy bien armado.
Si estás cuidando la línea o simplemente quieres algo vegetal, la opción de la ensalada de sandía con queso de cabra y reducción de balsámico es una de las mejores opciones. Puedes optar también por aquella que viene con hojas de lechuga, atún, huevo cocido y vinagreta, aquí hay de todo.
El menú tiene aproximadamente ocho variedades dulces para elegir así que no olvides guardar espacio para probarlos todos. Son tamaño petit four, lo que quiere decir que te los puedes comer de un bocado.
Entre los favoritos está la tarta de limón, los churros con salsa de chocolate, los profiteroles y la natilla de café.
Si lo que quieres es algo más ligero y fresco definitivamente debes probar los sorbetes que vienen en bolitas pequeñas de tres sabores distintos acorde con la temporada.
¡Shhhhhh! Hay un secreto a voces que se corre por los pasillos del hotel: el pan francés, aunque no está en el menú, te lo sirven y es de los mejores que comerás este año. Está hecho con pan de pulque, trae una crema de ricotta al limón, miel maple y frutos rojos.
Si eres fan de la hora del brunch, no te pierdas también estos lugares.
Dirección: Paseo de los Tamarindos #98 col. Bosques de las Lomas
Precio: 700 pesos sin alcohol y con una mimosa de cortesía