Otoño nos sabe a especias y a calabaza de castilla, qué mejor que aprovechar el ingrediente de la temporada que con un magnífico pay.
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Si eres de aquellos que ama las especias y se reconforta con una taza humeante de pumpkin spice latte o un cafecito, esta receta es para ti.
La calabaza de castilla o mantequilla es muy tradicional de esta época. Aunque muchos la consideren una verdura, la realidad es que sus sabores son dulces y complementa perfectamente bien con los aromas lácteos, de canela, cardamomo y jengibre.
Esta receta rinde para hacer un molde de 24 centímetros. Cuida de no llenarlo demasiado porque suele esponjar un poco -aunque después se baja- entonces evita la horrible parte donde pasas horas limpiando el horno sin poder disfrutar de tu postre.
A la hora que termines de preparar la masa cuida que se enfríe lo suficiente para que puedas trabajar con ella sin que se rompa ni se vuelva demasiado elástica. Lo que te sobre puedes utilizarlo para decorar al final.
Nosotros decidimos hacer un relleno aromático donde las rodajas de calabaza estuvieran previamente selladas en mantequilla con azúcar. Esto le da un sabor más cremoso y mejor textura al resultado final.
Te recomendamos que la crema no sea muy dulce porque el relleno ya lo es.
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