Seguramente te has fijado que hay productos en el súpermercado que no caducan o que su fecha de vencimiento es demasiado lejana, así pasa con las latas de atún o las mermeladas.
En algunos casos esto es una demostración de que hay demasiados conservadores en ellos (si tu pan de caja dice que caduca en dos meses por favor no te lo comas); en otros, simplemente es un método natural que no afecta el cuerpo humano del todo.
Existen diferentes formas de mantener un alimento en buen estado sin agregar aditivos; el dominio de estas técnicas nos ha vuelto capaces, como humanidad, de tener acceso a ellos en cualquier momento del año.
Eso sí, hay letras chiquitas detrás de todos estos productos: el buen almacenamiento. Nunca guardes las cosas abiertas y mucho menos dentro de la lata si quieres mantener la magia de su frescura. La oscuridad y el ambiente seco siempre serán cosas importantes a la hora de evitar que las conservas caduquen.
La mermelada: todo se trata del azúcar
No solo aquellos frasquitos con los que ponemos guapo un pan tostado son muestra de que el azúcar es un gran conservador: las jaleas, salsas de frutas e incluso las frutas en almíbar tienen el mismo método para alargar sus vidas y por eso no caducan.
En química le llaman saturación de azúcar a eso que pasa cuando se utiliza algo de calor para cocerla y así, hacer enlaces entre sus partículas que protegen al alimento de comenzar su descomposición. Sin embargo, por más natural que suene, quizás no es del todo saludable aprovechar los carbohidratos para mantener algunos alimentos.
Asegúrate de guardarlas bien cerradas para que no entren hongos -a los que les encanta el azúcar-.
Las latas de atún, la grasa también conserva
Para entender por qué el pescado dura tanto tiempo estando enlatado hay que tomar dos cosas en cuenta: la primera es que debe estar cocinado para que las proteínas no se pudran y la segunda es que debe estar en un medio que prevenga que salgan hongos.
Generalmente se utiliza aceite para el atún en lata ya que crea un ambiente donde es imposible que crezcan microorganismos gracias a que no hay agua. Lo que sí es importante tomar en cuenta es que no se debe guardar abierta porque el oxígeno hace que la grasa se enrancie.
Aceitunas en salmuera, blindadas por todos lados
Cuando, por otro lado, el atún está conservado en lata pero con agua, lo que sucede es que se crea una solución con sal que impide que la vida indeseable se desarrolle en tu comida y hace que no caduquen.
Alimentos como las aceitunas, alcaparras, palmitos, corazones de alcachofa e incluso algunas legumbres se conservan de este modo; lo único que hay que tomar en cuenta es que para que sea efectivo, cada litro de agua necesita 5 gramos de sal.
Chiles en escabeche, la forma más rica de conservar
No se ponen los chilitos en vinagre solo para resaltar los sabores aunque sí, amamos esa sensación de salivación namás de pensar en ellos y más al pensar que no caducan.
Una solución de agua con vinagre y sal hace que el pH del ambiente en el que se preservan los alimentos sea tan ácido que nada con vida se pueda desarrollar ahí. Es importante también saber que los ingredientes deben estar cocidos previamente y mejor aún si es en el mismo medio líquido.
Pasta seca y harinas, sin agua no hay vida
No les creas a las etiquetas de la pasta, harina, carne seca o productos deshidratados si en la etiqueta dice que caducan. Cuando un alimento no tiene agua ni grasa, no hay forma alguna de que pueda podrirse, fermentarse o enranciarse.
Asegúrate, de todos modos, de guardar estos insumos en un recipiente hermético para que no se cuele la humedad y salgan hongos o brote vida en forma de bichitos.
