Al llegar a las calles de Santa Clara es de ley escuchar martilleos constantes y sonoros por todos lados. Esto sólo significa una cosa: hay gente trabajando utensilios y figuras de cobre; esta actividad ya es considerada toda una tradición desde épocas prehispánicas.
Santa Clara del Cobre es un pueblo mágico que se encuentra a 20 kilómetros de Pátzcuaro y a poco más de 70 kilómetros de Morelia.
Elaborar los utensilios de cobre lleva todo un proceso; antes que nada, se debe extraer de las tierras o bien reutilizar los restos sobrantes de este material -esto depende de la técnica y gusto de cada artesano-.
Posteriormente se funde todo el metal aproximadamente a 1,086 grados centígrados.
Ya que se encuentra en estado líquido se comienzan a forjar las figuras o utensilios de cobre, es aquí cuando los martillos comienzan a escucharse y a resonar en las casas y callejones de Santa Clara.
Se necesitan de 8 a 12 artesanos para trabajar una sola pieza, misma que puede tardar entre una hora y hasta un mes para detallarla.
Datos de la FAO afirman que más del 90% de la población total de Santa Clara son hombres adultos y jóvenes que se dedican al martillado mientras que el otro 10% son mujeres.
Todos los artesanos se distribuyen en cuatro organizaciones que son: Cooperativa Vasco de Quiroga, Casa del Artesano, Unión Estatal de Artesanos de Michoacán (UNIAMICH) y Centro de Enseñanza Ocupacional.
Beneficios de cocinar con cobre
Muchos chefs utilizan ollas, sartenes y demás utensilios de cobre, sobre todo porque es un gran conductor de calor.
Cocinar con cobre tiene sus ventajas; a pesar de que es un material muy común, su precio llega a ser un poco más elevado a comparación del aluminio o el hierro. Tener utensilios de este material resulta una gran inversión.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) lo registró como un bactericida gracias a que frena los gérmenes y virus que puedan estar en las superficies.
No es necesario utilizar altas temperaturas para cocinar con cobre, lo ideal es que éste no sobrepase los 220ºC.
Es importante que a la hora de comprar una olla o sartén de cobre tenga mínimo 1.5 milímetros de espesor para que haya una correcta conducción del calor.
La tradición de su uso
Muchas abuelitas acostumbran a cocer los nopales y otras verduras en este tipo de material ya que es difícil que pierdan su color y por ende sus propiedades. También porque se relaciona directamente con la eliminación de baba.
Esas carnitas jugosas que tanto nos encantan y que son perfectas en una tortilla recién hecha se elaboran en cazos de cobre gigantes con la finalidad de que todas las partes del cerdo queden perfectamente cocidas, doradas en el exterior pero nada secas.
Foto: Rodrigo Crespo
La forma correcta de limpiar los utensilios de cobre es…
Así como es un excelente conductor de calor, el cobre puede llegar a opacarse y empañarse. Es fundamental que se lave de la mejor manera y que antes de usarse se cure con un poco de bicarbonato y dos limones.
Todos los utensilios en su mayoría tienen una capa protectora de barniz que debe limpiarse con un trapo húmedo, de utilizar un estropajo rudo o de aluminio se rayan.
Hay removedores de grasa que se pueden conseguir en el super y que son especiales para este tipo de material, también existe la posibilidad de limpiarlos con cosas que tienes en casa como la salsa cátsup o el vinagre.
Es importante que tenga un buen cuidado, de no ser así se le podría crear cardenillo, una capa verdosa que con el tiempo se convierte en algo tóxico y difícil de quitar.
Aquí te va un truco infalible para limpiar tus ollas con vinagre y sal: Lo único que deberás hacer es mezclar una cucharada de sal con una taza de vinagre blanco, posteriormente sumergir un trapo limpio y suave, frotar la pieza y enjuagar. ¡Ahora sí, a escoger la mejor!
