El aroma cautivador de las gorditas de azúcar es una de las mejores manifestaciones del arte panadero de las culturas mexicanas, su preparación no se limita a una sola receta sino que hay diversas interpretaciones a lo largo y ancho del país.
Se encuentran de camino a la Basílica de Guadalupe o para cerrar con broche de oro una buena comida de tacos norteños. Son ese tentempié barato y rico que cae excelente en una parada de carretera y también para la hora de la sobremesa en el Bajío.
Son redondas, sin principio ni final, así como tampoco lo tiene el placer de encontrarse con una bolsita o paquete que las envuelve en papel de china de colores por los caminos de la vida.
Quien haya visitado la Basílica de Guadalupe habrá notado que hay un aroma que impera por las calles próximas a la entrada.
Pequeños puestos de señoras llenos de paquetes envueltos en papel de china de colores esconden una de las recetas consentidas para la hora del café: las de las gorditas de azúcar también llamadas de la Villa.
Estas piezas suelen medir aproximadamente cinco centímetros de diámetro y medio de altura; son parte del patrimonio gastronómico de las calles de la Ciudad de México y se preparan al comal con harina de maíz, azúcar y un poco de polvo para hornear.
Una de las magias de esta receta es que son muy rápidas de preparar y relativamente baratas.
El secreto está en dar el punto exacto de dulzor y ponerlas a cocinar lo suficiente por cada lado para que tomen una corteza un poco ahumada que absorbe los aromas del carbón en el anafre.
Coahuila no sólo se distingue por sus maravillosos viñedos ni por su actividad ganadera que resulta en espectaculares cortes de carne.
Como buenos mexicanos, el buen diente se refleja desde el aperitivo hasta la hora del postre y para este último, las gorditas son todo un estandarte.
Lo que las hace especiales en comparación con todas demás es la nata fresca que las vuelve aromáticas y esponjosas, es imposible sucumbir ante sus encantos. Otra diferencia es que se preparan con harina de trigo y es una receta más cercana a la de los hot cakes estadounidenses.
Esta receta de gorditas de azúcar es muy común encontrarla en estados como Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Aguascalientes. No es tan popular como las otras, ya que su preparación debe ser en un horno bajo tierra y con maíz nixtamalizado.
Están llenos de aromas confortantes aunque la masa no tiene mucho sabor. El piloncillo y la canela juegan un papel importantísimo en las cocinas de humo en las comunidades rurales a la hora de ejecutar este postre.