Lucía perfecto cuando lo compraste y, según el tacto, iba a llegar a su punto exacto el día que lo necesitabas. El tiempo pasó y ese aguacate nada más no terminaba de madurar. ¿Sabes qué es lo bueno? Que sí puedes acelerar el proceso.
Ese oro verde generalmente originario de Michoacán que alegra cualquier plato y que es pura grasa buena para el cuerpo tiene chiste a la hora de elegirlo. Seguramente tome tiempo saber cual será el bueno y mientras eso pasa, mejor aprende los trucos para hacerlo apetitoso más pronto.
Hay algunas frutas que continúan su proceso de maduración aún después de cosechadas. Un gran ejemplo son los plátanos, que van tornándose marrones conforme pasa el tiempo y de esta forma transforman los almidones en azúcares simples.
A estas especies se les llama climatéricas y uno de sus secretos es la secreción de una sustancia gaseosa llamada etileno, que estimula el término del desarrollo de los vegetales aún después de ser cortados. Cuando esta hormona permanece cerca del fruto, acelera el proceso.
El aguacate, así como estás pensando, pertenece a este grupo. Entonces, lo más eficiente para hacer que madure más rápidamente será retener el etileno que desprende de forma natural para que llegue a su punto exacto de perfección y cremosidad.
Si tú dejas una pieza a temperatura ambiente, este gas se evaporará, haciendo muy tardado el camino. Peor aún si lo refrigeras, ya que la secreción se alentará y podrá tomar incluso semanas que tu aguacatito esté listo para engalanar ese guacamole.
Dicho lo anterior, podemos concluir que mantener el aguacate en un empaque hermético puede facilitar mucho el camino a la maduración. Sin embargo, hay otros trucos -algunos de ellos incluso empleados desde la época de nuestras abuelas- para que la naturaleza juegue a nuestro favor.
No es tan dramático como suena. Madurar el aguacate en papel retendrá un poco el gas etileno y la oscuridad del horno hará que no se pasen de tiempo. Esto es muy común cuando la temperatura ambiente es muy elevada, es decir, es época de calor.
Esas prácticas bolsitas con cierre que sirven para empacar el sándwich también son una excelente cámara de maduración para aguacates. Este truco es de los más eficientes ya que el etileno no tiene forma de escapar y actúa directamente sobre la fruta.
Las manzanas, los plátanos, guayabas y todos esos productos que sabes que maduran en casa van mejor cuando se almacenan juntos ya que el gas que desprenden cada uno también influye en los demás.
No te preocupes, no se combinarán los sabores, lo único que sucederá será que todos madurarán más rápido.
Si pones un recipiente con harina y entierras ahí tu aguacate, las emisiones del gas madurador serán mas abundantes y el tiempo para que esté al punto será mucho menor.
Este último truco aplícalo solamente si te urge madurar aquél aguacate y no tienes otra opción.
Las ondas harán que la pulpa de la fruta se ablande y esté listo para ir al guacamole o al smoothie pero es posible que el sabor no sea tan ganador como te lo imagines así que deberás emplear un poco más de sal o azúcar según sea el caso.