Los frutos secos y las semillas son una gran fuente de nutrientes y sin duda enriquecen nuestra dieta, sin embargo, pelar para aprovecharlas puede ser un verdadero dolor de cabeza. Ya sea quitar la cáscara dura que tienen o la piel -que es muy delgada- y se encuentra pegada, hay que tener paciencia y saber un par de trucos.
Entre los beneficios de estos alimentos se encuentran las grasas buenas que ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y el colesterol al margen; también tienen antioxidantes, fibra, minerales y vitamina E y complejo B.
Un puñado al día es ideal para complementar tu alimentación. Para que las disfrutes bien, aquí te dejamos algunos consejos para pelar frutos secos y semillas sin mayor complicación.
Este fruto viene envuelto en dos cáscaras. La primera es dura y no comestible y la segunda es una piel delgada que la cubre que, si bien contiene antioxidantes benéficos para el organismo, algunos platillos las requieren peladas y también hay personas que las disfrutan más sin esta pequeña capa.
Para pelarlas fácilmente el método más sencillo es blanquearlas, es decir, hervir agua y sumergir las almendras un minuto, no más.
Una vez que pasó este tiempo se retiran del fuego y se escurren. La piel será fácil de desprender una por una, si no tienes paciencia colócalas en un trapo seco y frótalas.
Si de frutos secos nutritivos hablamos las nueces son una gran fuente de omega-3, una grasa buena para el organismo. Se pueden encontrar en el mercado ya peladas, pero si acaso las conseguiste no solo con piel sino también con la cáscara dura que la cubre, acá te van algunos consejos.
La nuez con cáscara dura es un reto: muchas veces puedes romper el fruto pero no te desanimes, sí se puede. Si es una actividad que harás seguido lo mejor es hacerte de las herramientas correctas, lo más común es un cascanueces (y no es el ballet) que es una especie de pinza que hace presión sobre el fruto hasta romper la capa exterior.
Si te agarró desprevenido y sin cascanueces lo mejor será introducirlas durante un par de horas en un recipiente con agua tibia y sal.
Otra opción si no tienes tiempo para dejarlas remojando es introducirlas en un recipiente apto para microondas con agua y calentar hasta que hierva, aproximadamente cuatro minutos.
Una vez que salieron, toma dos de ellas y colócalas en la palma de tu mano de manera que sus ranuras coincidan encajando los bordes y da un pequeño golpe.
Ya que tienes tu nuez falta quitarle la piel y el procedimiento es el mismo que con las almendras: blanquea. Coloca una olla al fuego y una vez que hierva sumérgelas durante un minuto, de esta manera será más fácil retirar la piel.
Si la intención es preparar chiles en nogada ten paciencia e intenta pelarlas a mano, hay quienes aseguran que pierden sabor si se blanquean.
Otro de los frutos secos ricos en nutrientes son las avellanas y qué mejor que usarlas para hacer una buena crema para untar en tu pan, y esta receta definitivamente requiere pelar.
Todos conocemos la marca comercial pero si la quieres hacer casera vas a requerir que estos pequeños frutos no tengan piel y vaya que es complicado por lo delgada y lisa que es.
Aquí puede usar dos métodos para pelarlas. El primero es colocarlas dentro del horno a 170°C durante 15 minutos; una vez que el olor sea evidente y se hayan oscurecido retíralas del horno y frota con una toalla húmeda. La combinación entre calor y humedad ayudará a hacer el proceso más sencillo.
Otro método que incluso sorprendió a Julia Child fue uno utilizado por Alice Medrich y consiste en hervir dos tazas de agua, añadir 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y sumergir las avellanas durante tres minutos. El agua se vuelve negra, no te asustes.
Una vez que pasó este tiempo saca una y corrobora que la piel ya se desprenda con facilidad; si no sucede, hierve por uno o dos minutos más. Ya que estén listas pásalas de inmediato a un recipiente con agua helada y así podrás pelarlas.
Ambas son una gran fuente de nutrientes que complementan tu dieta de manera sencilla.
En México, a las semillas de calabaza las conocemos como pepitas y a las de girasol como pipas y a pesar de que se pueden comer con cáscara, no es del gusto de todos.
Además, debes masticar muy bien ya que pueden ser peligrosas al tragar. Si tu eres del grupo que prefiere consumirlas peladas o alguna receta así lo requiere (como el tradicional pipián) aquí van unos consejos.
Primero coloca tus semillas sobre una superficie lisa y que no se mueva. Usa un rodillo o un instrumento pesado y pásalo por encima con la fuerza necesaria para que comiencen a abrir pero sin dañar el interior, verás cómo la cáscara se troza y se abre.
Otra forma es hervirlas en agua entre 5 y 10 minutos; la cáscara se irá desprendiendo sola y la semilla flotará.