Ya te decidiste a preparar esa receta que viste y se te antojo. Abres el refrigerador y la alacena, comienzas a recolectar lo que necesitas y ¡oh sorpresa! Tienes todo excepto una cosa. No te desanimes probablemente hay ingredientes sustitutos que puedes utilizar.
Claro, no en todas las recetas podrás hacerlo y hay algunos ingredientes que van mejor que otros dependiendo de lo que quieras preparar. Mientras aquí van algunos ejemplos.
Para postres o para algunas salsas la leche evaporada es uno de los ingredientes principales. Seamos honestos, ¿la tomas como producto básico en tu despensa cuando vas a al supermercado? Si tu respuesta es no, no te preocupes hay algunas alternativas.
La leche evaporada es precisamente eso, leche que se calentó lentamente a fuego bajo hasta reducir un 60% de su contenido de agua, por eso su consistencia es más cremosa que la entera.
Hay cuatro ingredientes sustitutos que puedes aprovechar. El primero es la crema líquida que usas para tu café, algunas marcas la llaman half and half básicamente porque está hecha mitad leche entera y mitad de crema. Si la sustituyes con esta opción la cantidad a utilizar es la misma que te pide la receta con la evaporada.
La crema ácida es otra opción para sustituirla; en proporción también debes usar la misma cantidad que indica la receta, sin embargo lo que puede cambiar es el tiempo de cocción. Al tener más grasa el tiempo que tu pastel necesita para hornearse perfectamente aumentará.
La leche en polvo es otra opción. Para que sea un buen sustituto debes mezclar una taza de leche en polvo en 1 ½ taza de agua tibia y revolver perfectamente hasta que no haya grumos. Ya que está lista la puedes agregar a tu receta en la misma proporción que te indica.
Por último puedes usar la leche entera y hacer la reducción tú mismo, ten en cuenta que tardará de 60 a 90 minutos en estar lista, así que también agrega paciencia.
El bicarbonato de sodio es tan útil para toda la casa que no es raro que se termine cuando menos lo esperas, sí, en medio de una receta que lo necesita. El ingrediente sustituto más fácil es el polvo de hornear y puede sacarte de varios apuros, pero es necesario que sepas que no son lo mismo.
Mientras que el bicarbonato de sodio hace su magia al actuar frente un ingrediente ácido como el vinagre o jugo de limón el polvo de hornear no. De hecho el polvo de hornear es la mezcla de bicarbonato con un agente ácido, es decir, ya lo tiene incluido.
Si tu opción es esta, adelante. La diferencia será la cantidad, por cada medida de bicarbonato que requiera la receta deberás usar tres de polvo de hornear.
Encontrar los ingredientes sustitutos para la mantequilla puede ser un dolor de cabeza, pero ten paciencia y ya verás que lo puedes resolver.
Una gran parte del sabor que aporta la mantequilla a nuestra comida es por la mezcla perfecta entre grasa, el elemento lácteo y el agua. Por fortuna en la cocina tendrás más de un ingrediente que puedes intercambiar en caso de urgencia.
Al primero que volteamos a ver es el aceite de canola o de máiz, es un agente graso y se encuentra en la mayoría de las cocinas. Si tienes poca mantequilla puedes utilizar una mezcla de 50/50 entre aceite y mantequilla para completar.
Por otro lado si de plano no cuentas con nada de mantequilla utiliza una proporción de ⅞ de aceite por cada taza de mantequilla que te pida la receta. Tal vez no sea el mismo sabor pero la humedad lo compensará.
La excepción sería el aceite de coco que en su presentación sólida al manipularlo utiliza dos cucharadas más de lo que pide la receta para evitar que tus alimentos queden secos.
Este secreto tal vez no lo sepas pero el puré de fruta dulce como manzana o plátano pueden ayudarte perfectamente a compensar la falta de mantequilla para tu receta excepto cuando lo crujiente sea la estrella de tu platillo. La proporción es utilizar mitad y mitad, así completas ese poquito que te faltó. Le da humedad, sabor y textura.
El yogurt también puede ayudarte en caso de emergencia, ¿cómo? Sí, este lácteo lo puedes utilizar siempre y cuando la receta original pida menos de 1 taza para su preparación. Ya sea el natural o griego tienen más humedad que la mantequilla así que dale más tiempo al horno.
Atrás quedaron los tiempos en que pedir una taza de azúcar al vecino era casi una tradición. Afortunadamente si en esa ida a la tiendita o al supermercado olvidaste comprar esto hay varios ingredientes sustitutos que puedes utilizar.
El azúcar mascabado es la primera opción que se viene a la mente y la proporción a utilizar es la misma que indique la receta. Es importante que tengas en cuenta que produce un color más oscuro en tu postre y un sabor más bien acaramelado. Es perfecta para las galletas pero no tan recomendada para pasteles.
Si tienes el azúcar glass que guardaste hace algún tiempo en la cocina y la olvidaste por completo es momento de sacarla; ¡aguas! solo en recetas que utilizarán dos o menos tazas. Por cada dos tazas de refinada que requiera tu receta utiliza solo 1 ¾ de glass. Evita esta opción en galletas ya que no se hornean tan crujientes.
Por último, si tienes edulcorante líquido ya sea miel de abeja, agave o maple sí la puedes usar pero con más precaución. Por cada taza de azúcar que te pida la receta retira tres cucharadas de endulzante y añade ¼ de bicarbonato de sodio mezclando muy bien.
Los edulcorantes líquidos alteran el dorado de tus preparaciones así que te recomendamos reducir la temperatura del horno de 5° a 10° C de acuerdo a lo que marqué la receta.